Diario Íntimo de Lulu Petite

Me masajeóLulu Petite

EL GRAFICOQuerido diario: Armando y yo nos hemos ido acoplando poco a poco. Siempre ha sido bueno en la cama, pero las primeras veces las cosas no iban tan bien.

Trabaja en la calle y todo el día anda bajo el rayo del sol. La primera vez que me llamó, había tenido un día pesado. Aunque es un hombre con buenos hábitos de higiene, en la tarde de un día de mucho esfuerzo y sudor, llegas oliendo a sebo rancio. Cuando nos saludamos, el tufo casi me noquea. Así quería que hiciéramos el amor. Afortunadamente, tomó bien cuando le "sugerí" que se duchara antes de meternos a la cama.

Supongo que le hizo sentido cuando dije que un baño antes del amor, hace el sexo más placentero. Las primeras veces era brusco, pero poco a poco fue mejorando, haciéndose más paciente y certero. Escuchaba mis sugerencias. Ahora me pone unas cogidas fantásticas, con orgasmos deliciosos.

Este sábado me habló. Lo encontré impecable. Recién salido de la regadera, oliendo a jabón y desodorante. Con el aliento fresco de unos dientes recién lavados y la sonrisa amable de quien quiere pasarla bien.

Me pidió que me desnudara y me recostara boca arriba, mientras untaba aceite en sus manos. No es la primera vez que me pasa, pero me llamó la atención que él pensara en darme un masaje, pues es de los que les gusta ser consentidos, más que consentir.

Pero ahí estaba, siendo acariciada por sus deliciosas manos. Con paciencia deslizaba sus dedos sobre mi piel chinita, aproximándose sensualmente por mi pecho y masajeando con suma delicadeza mis tetas. No tardé en comenzar a sentir la excitación. El masaje duró un buen rato.

Él, fascinado al notar que sus dedos rozando mi piel me ponían cachonda, comenzó a excitarse también. Con una sonrisa maliciosa en sus labios, me mostró una mirada deseosa. Su mano descendió por mi pecho, bajando por mi abdomen y buscando entre mis muslos el camino más perverso hacia mi corazón.

Estábamos cachondos, con la piel erizada y nuestros cuerpos frotándose en las sábanas, cuando al fin me besó. Rodamos por la cama, acariciándonos con ansias.

Sin palabras y llenos de acciones, nos abocamos a nuestros...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR