Diario Íntimo

(Embargada para sitios de internet hasta las 24:00 horas locales)Las Aventuras de Lulu PetiteLulu NievesEL UNIVERSALPasé la lengua por mis pezones, abracé mis pechos para hacerlos lucir más frondosos, comencé a gemir y a regalar miradas lujuriosas...PácatelasQuerido diario: Tengo un cliente que se parece muchísimo a Paco Stanley (qepd). Yo le digo que es idéntico, algo así como su clon. Es güerito, pachoncito (sin llegar a doble rodada), cachetón, sonrisa dulce, papada respetable, espalda ancha, ojos azules y domésticos, voz armoniosa y, sobre todo, un sentido del humor chingaquedito que no puede contener.Él dice que somos novios, yo le digo que más bien somos amantes de a ratitos, especialmente porque aunque me quiere bien y nos vemos seguido, siempre porta orgulloso su sortija matrimonial. Tiene cincuenta y tantos años y una facilidad para hacerme reír que no todos tienen. Me gusta porque aunque se burla de todo y de todos, del primero que hace chistes es de sí mismo. Me dijo un psicóloco que burlarse de uno mismo puede ser síntoma de depresión, pero como yo también lo hago a veces y, la neta, el clon de Pacorro me hace reír como niña y tiene una seguridad en sí mismo que dan ganas de comprársela, no me acongoja que algunos sabios opinen que puede tener un problema de autoestima.El caso es que lo conocí desde tiempos del hada madrina. Con él sucedió algo chistoso. Cuando estaba con el hada siempre me pedía. Como es casado, es precavido, así que me citaba en un hotel. Es un tipo con mucha energía, inteligente, agradable, culto y (obvio) rico. Le gusta tratarse bien, buen coche, ropa cara, siempre buscando la compañía de mujeres guapas, exigente con sus alimentos y fervoroso bebedor de whisky.Hicimos el amor muchas veces en aquella época. Paulina y yo éramos sus favoritas, igual porque éramos las más morritas de la agencia o porque nos desternillábamos de risa con sus ocurrencias, pero siempre que llamaba al hada era para que una de las dos, o las dos, si el asunto era más grande, le hiciéramos compañía.Varias veces llegamos a salir con él. Lo acompañábamos en compromisos, cenas o viajes, siempre en reuniones o fiestas de negocios tipo indecoroso, de ésas donde unas abrimos piernas para que otros cierren negocios.Cuando dejé de trabajar con el hada perdí contacto con él, pero el día menos pensado recibí su llamada en mi celular. A pesar de que oculto mi rostro, me reconoció en mis fotos de internet. Creo que a los dos nos dio mucho gusto el...

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