Diario de Fatigas / Las reseñas de Federico Patán

AutorChristopher Domínguez Michael

A lo largo de más de 20 años, en Sábado de Unomásuno, Federico Patán (mexicano nacido en Gijón, Asturias, en 1937) practicó incansablemente el oficio de reseñista. Sin las reseñas, sobre todo cuando están escritas con perseverancia, como las de Patán, el edificio entero de la crítica resulta una construcción mostrenca, incapaz de sostener al ensayo, esa forma, sólo a veces superior, de pensamiento crítico. En No más de tres cuartillas, por favor... (Ariadna, 2006), Patán, quien además es un respetado profesor universitario de literatura, reúne las reseñas que sobre narrativa mexicana publicó en los años 90 hasta que se retiró en 2002. Leo en el prólogo que Patán ya había recopilado previamente su trabajo, en un libro que reuniría sus reseñas de la década anterior y que lamento no tener a la mano: Los nuevos territorios (1992).

Sólo al ver publicado un libro como No más de tres cuartillas, por favor... Reseñas de narrativa mexicana del siglo XX publicadas en el suplemento Sábado de Unomásuno es cuando se ratifica la valía historiográfica de la constancia en el oficio de reseñar. Leyendo a Patán uno puede observar, en agraz, el juicio ponderado que libros aún olorosos a tinta suscitan. Obras importantes para la narrativa mexicana, como las de (y sigo el orden alfabético de la recopilación) José Agustín, Carmen Boullosa, Leonardo Da Jandra, José de la Colina, Fernando del Paso, Salvador Elizondo, Álvaro Enrigue, Guillermo Fadanelli, Carlos Fuentes, Jesús Gardea, Elena Garro, Francisco Hinojosa, Vicente Leñero, Héctor Manjarrez, Juan Vicente Melo, Esther Seligson, Enrique Serna, Pablo Soler Frost, Álvaro Uribe y Juan Villoro, entre muchos otras, tuvieron en Patán un primer sinodal. No es cierto que siempre hablase bien de los libros. Patán, al contrario, aspiraba al logro difícil, en la crítica periodística, el juicio equilibrado que, además, tendrá, en cualquiera de los casos, mala prensa: el autor espera un elogio y el público suele sentirse atraído por las ejecuciones. Patán reseñaba apelando al uso de las primeras armas que defienden o auxilian a un lector inteligente: la correspondencia lograda por el autor entre la mente y la gramática. O, en su caso, la verosimilitud que se le exige a una obra que se considera experimental: la fidelidad a sus propias reglas. Desde luego que la literatura es mucho más que una reseña proba y honesta, pero es improbable que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR