Diario de fatigas / Derechos del poeta

AutorChristopher Domínguez Michael

Pertenecer a la minoría, ser de la élite, es, según lo argumenta Pedro Salinas en El defensor (1948), un derecho de nacimiento antes que una elección y en la historia se ampara el poeta español. El diálogo como forma literaria hizo patente la naturaleza grupal y coloquial que tomaba todo aquello originado en la "junta de unos pocos hombres de espíritu" y no es hasta que San Agustín anuncia, en sus Confesiones, que alborea en el mundo "la gran dinastía de los príncipes de la soledad" cuando las arcadias y los banquetes le dejan su lugar al escritor solitario convertido, por el romanticismo, en dudoso arquetipo del escritor.

"Sostienen los primarios", se agrega en El defensor, "que todo ambiente de minoría determina en sus artistas un alejamiento de lo realmente humano, una voluntaria y altiva segregación de la vida. La historia de la literatura clásica francesa depone, inexorablemente, en contra. Porque precisamente en ese tiempo de la frondosidad de los salones, de la agrupación de los escritores en conventillos exquisitos, la producción literaria francesa se hace notar por un rasgo invariable: el interés permanente por el hombre, la atención concentrada en los estudios de los modos del ser humano, por los cuatro costados, desde la tragedia de Racine a la comedia de Marivaux".

El siglo XIX, concluye Salinas, cambió las reglas: empieza el apogeo de la era del libro, las sociedades se alfabetizan, se multiplica el periodismo. Las minorías se sienten agredidas y acorraladas por las consecuencias de su éxito. Es la época de la Ilustración popular, de la educación gratuita y obligatoria que, según Flaubert, aumentaría el número de los imbéciles e impondría la democracia, que "no entiende nada de literatura, en el fondo la odia". (Barbey d'Aurevilly). Y Baudelaire, nos recuerda Salinas, anatemiza a la opinión pública y a su dictadura. Pero se presenta la paradoja de las élites: enfurruñadas, nada pueden hacer para impedir aquello que hicieron nacer. La enseñanza pública convierte a Baudelaire en un poeta recitado en los colegios y a Flaubert en autor de las mayorías (las que leen, a su vez, siempre son una gran minoría). A Salinas y en ello no hemos cambiado mucho en 60 años los minoritarios, los elitistas, los no-primarios, les aterraba el best seller y su mística: el mejor libro es el más vendido y al público lo seduce como mercancía. Es, según el poeta español, una forma negativa de la democratización: en la posguerra los filósofos de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR