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La Calle: Diario de un Espectador / Vittorio Gassman

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Vincent

Puede decirse que hace al menos veinte años Vittorio Gassman se preparaba a morir. No es que alguna enfermedad letal lo aniquilara. Pero ya en 1981 había publicado sus memorias (Un gran porvenir a la espalda), algo que la mayor parte de las personas juzgan como un momento terminal. Y al año siguiente realizó una especie de ajuste de cuentas consigo mismo, al dirigir una película sobre y con su hijo Alessandro -uno de los cuatro vástagos que tuvo, uno con cada una de las mujeres con quienes se casó, cifra inferior al número de sus amores. Pero su cita con el destino se aplazó casi veinte años, hasta que fue cumplida el jueves pasado.

La fama pública de Gassman fue larga y ancha por sus actuaciones en el cine, pues la pantalla lo hizo conocido en todo el mundo. Pero probablemente no desplegó allí, ni siquiera en sus mejores papeles, todo el talento de actor que brotaba cuando pisaba los escenarios teatrales, y también cuando simplemente leía poemas, en vivo o ante la televisión. Su lectura de La Divina Comedia "no se puede describir con palabras", llegó a decir la prensa italiana.

Genovés, Gassman hubiera cumplido 78 años en septiembre próximo. Iba a ser abogado, pero su madre lo impulso hacia el arte dramático. Debutó en plena guerra, a los 21 años, con la compañía teatral de Alda Borelli, en Milán. Y tres años más tarde, en 1946, empezó su filmografía, con una cinta intrascendente, Preludio de amor. Pero pronto se revelaría también, ya lo había hecho en el escenario, como gran protagonista de la cinematografía. Guissepe de Santis lo escogió para acompañar a Silvana Mangano en Arroz amargo, donde la estrella romana mostraba su "belleza plácida hasta la perversidad".

Gassman triunfó dondequiera que fue. Trabajó para Hollywood, contratado por la Metro Goldwin Mayer. Pero prefería vivir en Italia, porque allí pudo combinar su pasión por el teatro con las filmaciones en Cinecittá, la meca del cine en Roma. El mejor ejemplo de la simbiosis entre sus dos vocaciones lo dio al llevar a la pantalla, como actor...

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