Un diálogo a la colombiana

AutorWilson Cabrera

REFORMA/Especial

BOGOTA.- La muerte el pasado fin de semana de 70 soldados y guerrilleros en cruentos combates, en varias zonas de Colombia, recordó al mundo la grave situación de violencia política que se vive en este país y dejó una vez más en evidencia la fragilidad del actual proceso de paz impulsado por el Presidente Andrés Pastrana.

Los hechos demuestran que la guerra indiscriminada sigue siendo utilizada en Colombia como instrumento de presión por la guerrilla y los grupos paramilitares para ganar espacios de negociación, mientras que el Estado colombiano es rehén de un proceso de paz desgastante política, social y económicamente, que sólo parece tener como alternativa la salida militar.

En un conflicto armado tan complejo, con la presencia de actores tan antagónicos como el Estado, la guerrilla, los paramilitares e incluso las bandas de narcotraficantes, resulta útil analizar detenidamente las posiciones asumidas por cada una de las partes.

A continuación, REFORMA sintetiza las posturas expresadas por varios de los protagonistas de esta confrontación como Alfonso Cano, líder ideológico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); Luis Fernando Ramírez, Ministro de Defensa de la Administración Pastrana; y, Carlos Castaño, cabecilla de los paramilitares que operan en el sur del Departamento de Bolívar.

Tres de los temas más controvertidos dentro del actual proceso de paz, la voluntad de negociación de las partes, las llamadas zonas de despeje y el polémico Plan Colombia, son abordados minuciosamente por los principales actores de este conflicto armado que hoy ocupa las primeras planas de los medios en el mundo.

El Gobierno, "rehén del proceso de paz"

Desde su propia campaña electoral, el Presidente de Colombia, Andrés Pastrana, enarboló como su principal bandera proselitista la búsqueda de una paz definitiva con los principales grupos guerrilleros que operan en el país: las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Hoy, después de dos años de Gobierno, su anunciado proceso de paz se encuentra "herido de muerte" tras la escalada violenta del pasado fin de semana, de las masacres y los recientes ataques dinamiteros del ELN cerca a la frontera con Venezuela. Los evidentes malos resultados de las negociaciones con la guerrilla, condicionadas siempre a concesiones impopulares como el otorgamiento de un territorio propio, así como el hecho de tener que negociar bajo las balas, han hecho que actualmente Pastrana sea calificado como un Mandatario "blando" con muy bajos niveles de popularidad, pero sobre todo con poco margen político para conciliar los intereses de los diferentes sectores del país.

Uno de los responsables directos de la política de paz en Colombia es Luis Fernando Ramírez, Ministro de la Defensa Nacional. Sobre la voluntad de...

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