La Diabla / Un Peer Gynt sin humanidad

AutorVera Milarka

En el marco del XXII Festival de la Ciudad de México y como parte del homenaje centenario a Henrik Ibsen (1828-1906) se estrena Peer Gynt a cargo del grupo Bochinche, que dirige Carlos Corona y que dará ocasión a una larga temporada en la UNAM a partir del 6 de mayo.

Ibsen es considerado el padre del teatro moderno, mientras que Rodolfo Usigli (1905-1979) lo es del teatro moderno mexicano. Sólo que nuestro dramaturgo no corrió el año pasado con la suerte de ser tan bien homenajeado en México, y es que Usigli sigue siendo un "apestado", como decía Héctor Azar. Luego de ser embajador de México en Noruega, donde vivió en absoluta "osledad" como él decía, Usigli murió para siempre en la memoria de sus compatriotas.

Seguidor del autor noruego y traductor de sus obras en México, Usigli comparte con Ibsen un mismo sentimiento de destierro en su país, así como igual obsesión por un teatro de implacable crítica a la sociedad de su tiempo: "No hay nada más mexicano, que despreciar lo mexicano", decía, y tenía razón.

Pero volviendo al homenaje que sí interesa, hay que decir que Peer Gynt es un fantástico y sinuoso poema épico, ahí estriba en parte la dificultad de llevarlo a escena. En mostrar la alambicada variedad de aventuras que vive este campesino noruego, con ansias de riqueza y poder, y en aras de saber quién es.

El problema para resolver la actuación es evidente, tan sólo por la cantidad de personajes tan disímbolos que intervienen (más de 60 entre humanos y duendes), por lo que la mayoría de los actores dobletea. Sobresalen: Laura Almela, auténtica de principio a fin; Mariana Treviño, la pura jocosidad; Joaquín Cosío, actor de buen oficio, y Haydée Boetto, disfrutable en varios papeles. Por ellos, vale la pena soportar 160 minutos sentados en las torturantes sillas, ya que las butacas han desaparecido de los teatros mexicanos.

Rodrigo Vázquez, siendo el personaje principal tiene una labor realmente compleja, pero no imposible. Son visibles sus fallas de estreno, el esfuerzo de la memoria ocupa parte de su energía, lo que hace que sólo despunte en el segundo acto. Le falta trabajar los detalles, se nota esquemático, y es que...

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