DF: lluvias, caos y con barra libre

AutorAlberto González

En el 190 aniversario del Grito de Independencia, todo coincidió en la Ciudad de México: la quincena, la lluvia, los festejos por el Grito en Dolores Hidalgo, la suspensión del 'Hoy no Circula' y de la Ley Seca de cada año; la gente se volcó al Zócalo, y el tráfico dominó el viernes patrio desde temprana hora.

El Sistema de Transporte Colectivo Metro cerró tres estaciones, Pino Suárez, Zócalo y Allende. Los bicitaxistas hicieron su agosto y cobraron 25 pesos de la plaza comercial Pino Suárez a la Plaza de la Constitución.

Las filas de revisión para entrar al Zócalo hacían más lento el andar de la gente. La incomodidad por esperar a ingresar a la plancha de concreto, se expresó en reclamos a los jóvenes de casquete corto y traje.

"¿A dónde vas?", preguntó uno de los vigilantes a una persona que llevaba una mochila llena de dulces. "¿Vas a vender, o qué?", insistió el oficial. "Voy a entregar un pedido", respondió la persona que intentaba ingresar al Zócalo, mientras abría su mochila para mostrar lo que llevaba.

Ya en la Plaza de la Constitución, por primera vez durante 77 años, el visitante pudo comprar 'jarritos locos' -refresco con tequila- y otras bebidas preparadas que se expendían en puestos improvisados.

Frente a la sede del Gobierno de la Ciudad de México, los artistas desfilaban. Los niños lanzaban espuma a los transeúntes; y confiados en que la vigilancia en esa zona era extrema, los turistas tomaban fotografías de cada uno de los aspectos.

Por las calles que dan al primer cuadro de la ciudad, los cláxones de los vehículos no dejaban de sonar. Había gritos de conductor a conductor y uno que otro roce que no pasaba de los insultos.

La decoración de la Plaza de la Constitución era admirada por los visitantes. Unos esperarían a que los grupos populares, entre ellos la Banda El Recodo, comenzaran la fiesta para celebrar el aniversario del Grito de Independencia, y otros regresarían a sus casas para observar el último grito del Presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León, por televisión.

Los taxistas no se querían ni acercar a la Plaza de la Constitución. Otros, los menos, iban y venían, primero abochornados por el calor y después desesperados por las consecuencias de la lluvia.

Los microbuses del Servicio Colectivo de Transporte, que corren del Estadio Azteca al Centro Histórico, desviaron su ruta. Aún así eran los más solicitados, pues eran los vehículos que más cerca del Zócalo capitalino dejaban a las personas.

La Plaza...

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