La deuda con México I

Durante los últimos 40 años, la ineficacia en el uso de los recursos públicos y en la instrumentación de una política económica eficaz para alcanzar un crecimiento vigoroso ha sido una de las limitantes para alcanzar un mayor nivel de desarrollo y crecimiento en México. La administración pública y los partidos políticos se encuentran en deuda con la sociedad.José Luis de la Cruz Gallegos

EL UNIVERSALCIUDAD DE MÉXICO, julio 3 (EL UNIVERSAL).- Las cifras son contundentes: la deuda externa del gobierno mexicano representaba poco más de 6 mil millones de dólares en 1970, alrededor de 17% del PIB. Para 1982 el endeudamiento había alcanzado 52 mil millones de dólares y con ello superado 80% del PIB. En 12 años se gestó el débito externo que truncó el desarrollo de México.

Además, flagelos como la corrupción en el uso de los recursos públicos y un marco regulatorio que no estaba orientado a garantizar que el gasto público incidiera sobre la economía en su conjunto, propiciaron el endeudamiento improductivo que comprometió el futuro del país, una factura que seguimos pagando.

El cuestionamiento no solamente gira alrededor de la deuda, durante la segunda parte de la década de los 70, el gobierno también contó con recursos extraordinarios del petróleo: en aquella etapa se llegó a afirmar que deberíamos prepararnos para "administrar la abundancia". Lo que llegó a México fue una crisis económica que no se había observado desde la época de la Gran Depresión, la abundancia prometida nunca arribó.

Con la crisis hicieron acto de presencia los programas de ajuste fiscal que no eliminaron la corrupción ni la ineficacia en la administración pública, pero que sí terminaron con programas de apoyo social como los implementados a través de Conasupo. También se modificó la estructura institucional de la política económica, los funcionarios del ajuste fiscal tenían otra visión, la condicionada desde el FMI y el Banco Mundial.

El mecanismo de lo que seguía para México fue público en otras latitudes, muy temprano se conoció que la austeridad y sus consecuencias se harían presentes en la que hasta ese momento era la mayor economía de América Latina y que entre 1980 y 1981 había llegado a ser la octava economía del mundo.

El diario español El País citó lo que terminó por ser una lúgubre sentencia: a "base de aumentar impuestos, reducir gastos y tirar del petróleo, es posible que México pueda este año solventar sus obligaciones exteriores. El precio no va a ser otro que...

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