Detona su amor éxito y fracaso

AutorFernanda Palacios

El escándalo de WeWork, startup de oficinas comunitarias que logró posicionarse como una de las más importantes a nivel mundial, casi siempre se ha abordado a partir de los excesos y excentricidades de su creador, Adam Neumann (Jared Leto), pero pocos conocen la historia de amor que lo detonó todo.

La relación que el joven empresario vivió junto a su actual esposa, Rebekah Paltrow (Anne Hathaway), fue fundamental para el éxito y eventual caída de la compañía, creada en 2010, y es justo la premisa en la de la nueva serie de Apple TV+, WeCrashed, disponible hoy.

"Que lo abordaran por este lado (el de la relación entre ambos) me pareció fascinante, porque no creo que Adam habría sido capaz de lograr todo esto sin ella y creo que incluso él mismo sería el primero en afirmarlo. Rebekah fue absolutamente crucial en su desarrollo como empresario.

"Fue ella quien lo hizo concentrarse en lo verdaderamente importante, con quien compartió su visión y creo que también tuvo mucho que ver con el lenguaje con el que, al menos en un inicio, él logró crear esa conexión con la gente", destacó la estrella de El Diablo Viste a la Moda en entrevista por video.

Es por ello que sus creadores, Drew Crevello y Lee Eisenberg, decidieron alejarse de la polémica amarillista del caso y centrarse en el romance entre la pareja, tejiendo una historia en la que ambos personajes enfrentaron las victorias y declives de su sueño como unos verdaderos rockstars.

Y fue justo esa química y chispa la que buscaron reflejar dentro de la trama, para la que consiguieron a dos ganadores del Óscar que congeniaron instantáneamente en la pantalla.

"Cuando comenzamos a filmar sentía que estaba en ese proceso en el que todavía estaba descubriendo a mi personaje, y luego apareció Jared como Adam, y fue como si algo dentro de mi se abriera y de pronto Rebekah estaba ahí", recuerda la actriz, de 39 años.

"El compromiso de Jared hacia su rol resultó sumamente inspirador y alentador para mí, me hizo sentirme mucho más confiada. Hubo muchos momentos en los que se sentía como si los dos estuviéramos saltando de un acantilado juntos, sólo cayendo, pero sabiendo que nos teníamos el uno al otro...

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