Detienen a 11 miembros de Greenpeace
La policía auxiliar del DF detuvo a 11 miembros de Greenpeace luego que hicieron una protesta en el Angel de la Independencia para que México regule las importaciones de cultivos transgénicos provenientes de otros países.
El cargo que se les imputó en un principio fue daños a la Nación, interpuesto por el cuidador del monumento, José de Jesús Tristán Romero, quien adujo que las instalaciones habían sido dañadas.
El Angel de la Independencia fue tomado por los activistas de la organización internacional en dos de sus tres niveles. A la altura de las estatuas de los héroes de la Independencia, donde no hay acceso al público y a la altura del balcón, donde se requiere de un permiso especial de la delegación.
Las autoridades de la séptima agencia del Ministerio Público liberaron al grupo de siete personas que escaló al nivel de las estatuas, fijando una multa de un día de salario mínimo, argumentando que se había violado la fracción 14 del artículo séptimo del Reglamento de Código Civil, sobre el uso debido o indebido de monumentos.
Los otros cuatro miembros de Greenpeace permanecían en el MP, hasta el cierre de esta edición, ya que no se había podido realizar un peritaje que comprobara el forcejeo de la cerradura de la puerta que da al balcón, que presuntamente ellos violaron.
Greenpeace llamó al gobierno mexicano a oponerse al intento de liberalizar el tráfico de organismos modificados genéticamente (OMG), debido a que se arriesga la biodiversidad de México y, particularmente, sus cultivos de maíz.
En estos momentos se realiza en Cartagena, Colombia, una reunión de ministros de Medio Ambiente de más de 170 países que busca la firma del Protocolo de Bioseguridad, el cual regularía el movimiento transfronterizo de los OGM.
En la reunión, el Grupo Miami, conformado por los principales países agrícolas, productores y exportadores de OMG, Estados Unidos, Canadá, Australia, Argentina, Chile y Uruguay, se negó a aceptar regulaciones de tipo ambiental y de protección a la salud humana.
Greenpeace declaró la Independencia Genética de México, para impedir que las transnacionales de Estados Unidos, como Monsanto, trafiquen con estos organismos.
"Las compañías transnacionales pretenden introducir variedades de maíz genéticamente modificado a México, cuya siembra podría provocar que sus genes migren y afecten variedades locales, destruyendo un producto que durante siglos han desarrollado las comunidades indígenas", dijo Roberto López, vocero de Greenpeace...
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