Determinación universitaria
| Autor | Tania Romero |
Para Axel Meléndez y Rudy Sánchez el objetivo siempre fue claro: hacer una carrera universitaria. Ambos presentaron el examen de admisión a universidades públicas de la Ciudad de México, pero no fueron aceptados.
Sin embargo, consiguieron su lugar en la UNAM y el IPN, respectivamente, gracias a su participación en el Movimiento de Aspirantes Excluidos de la Educación Superior (MAES), que cada año impulsa mesas de diálogo con autoridades de la SEP y de instituciones de educación superior, con el fin de que éstas le otorguen algunos espacios.
Jóvenes que hayan participado activamente en el MAES, en marchas y otras actividades, como círculos de estudio en torno a las problemáticas de la educación superior, y que hayan presentado el examen de admisión a universidades públicas, sin ser admitidos, son a quienes se les asignan estas vacantes.
Gracias a este acuerdo fue que Meléndez cursó la carrera de Psicología y hoy estudia su maestría en Pedagogía en la Máxima Casa de Estudios, mientras que Sánchez es alumno de Medicina en el Politécnico.
Como parte del convenio, ellos cursaron el primer año de su carrera en universidades particulares afiliadas a su alma máter, en las que tuvieron que mantener un promedio mínimo de 8.0.
CON MIRAS AL DOCTORADO
Meléndez, tras presentar dos veces el examen a la UNAM, se integró al MAES en 2010. Ese año, la UNAM le dio una beca para estudiar Psicología en una institución incorporada.
Cursó un año en la Univdep, ubicada en la Alcaldía Benito Juárez, y otro año, en el Tecnológico Universitario de México, centro localizado en la Alcaldía Azcapotzalco.
En la Univdep su colegiatura era de mil pesos, por lo que tuvo que trabajar en la Central de Abastos y como mesero en un bar los fines de semana.
En 2013, le asignaron un lugar en la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza y entró al segundo año de la carrera.
"Es un orgullo y una satisfacción muy grande, no sólo el logro de tener un grado académico, sino también demostrar que se equivocan las autoridades al pensar que el examen es determinante para decidir quién puede seguir estudiando y quién no", indica el joven de 27 años.
Ahora cursa la maestría en Pedagogía y planea continuar con el doctorado.
"Me gustaría ser investigador de la universidad, y seguir en el MAES, es importante vincular al movimiento con la academia", asegura.
Axel...
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