Detallan a CNDH terror en Guerrero

AutorHenia Prado

Enviada

AHUACACHAHUE, Ayutla de los Libres.- Los habitantes de la Costa Chica de Guerrero dejaron de lado el temor y decidieron enfrentar la violencia que se vive en esa región.

En el marco de la visita que el Ombudsman nacional, Raúl Plascencia, realizó a esta comunidad para conocer el origen de los grupos de autodefensa, los pobladores alzaron la voz para narrar sus experiencias.

Ante una plaza pública repleta, cerca de 35 víctimas tomaron el micrófono y expusieron los abusos de los que son víctima por parte de crimen organizado y de las autoridades a quienes nombran "los chicos malos".

"El 22 de octubre de 2008 fui secuestrado. A la una de la tarde me encontraba en mi domicilio a punto de terminar mis alimentos cuando tocaron la puerta de mi casa. A un costado tengo mi taller de soldadura, creí que eran unos clientes, pero eran unos delincuentes armados que me levantaron por encargo", contó un hombre robusto, identificado como el señor Godoy.

"Creo que la vida de una res, un puerco tiene precio, tiene un valor comercial, pero la vida de un ser humano cómo se le va a poner precio".

Una a una fueron desfilando las víctimas ante la presencia del Ombudsman nacional, el estatal y los presidentes municipales.

Armando Vega denunció que fue víctima de secuestro; Onofre Matías, es padre de un joven que fue plagiado y posteriormente asesinado; Celso Martínez lleva un año ocho meses pidiendo justicia por el homicidio de su hijo; Eusebio García fue privado de la libertad y pagó un rescate con su sueldo de campesino de 100 pesos por jornada.

El profesor Primitivo Urbano fue uno de los que más se aventuró. Proporcionó los apodos de sus agresores y denunció la complicidad de las autoridades en el secuestro de su hijo.

"Fue el mentado 'Pichi', 'Pata' y 'El Negro'. Al día siguiente pongo la denuncia ante el Ministerio Público y saliendo a unos 100 metros recibo la llamada de 'El Pichi': 'Oiga está usted moviendo los huevos del tigre, escúchame si sigues mamando, te va a llevar la chingada'. Me quedé mudo y dije cómo supo éste cuando fui a poner la denuncia", contó el docente.

"Llego a mi casa, tocaron y vi que era él. Me agarra de la camisa, me empuja, me sienta...

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