Se desvanece sueño de una justicia comunitaria

Vania PigeonuttSAN LUIS ACATLÁN, Gro., octubre 17 (EL UNIVERSAL).- El sueño de un sistema de justicia alternativo, otro modelo que permitiera a las comunidades tomar sus decisiones, se materializó hace 20 años en estas tierras cuna del guerrillero Genaro Vázquez Rojas. Arropando la cosmovisión de los pueblos indígenas se conformó la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), que aún sortea obstáculos para su subsistencia y su reestructuración.

Era 1995 cuando habitantes de esta comunidad Ñu Saavi (mixteca) decidieron armarse para protegerse de los delincuentes. En ese entonces por cualquier pleito la gente podía morir. Pistoleros mataban por 500 pesos: una venganza de borrachera costaba la vida de ancianos y jóvenes. Nadie respetaba a nadie. Los caminos se invadieron de propios y extraños que vivían de asaltar. Murieron mujeres violadas.

Eran las 10 de la mañana en este pueblo de unas 4 mil personas enclavado en la Costa Chica guerrerense cuando padres de mujeres violadas, maestros, médicos y campesinos redactaron a mano alzada su primera acta de asamblea donde pedían autorización al gobierno estatal de ejercer su derecho porque nadie lo hacía de cuidar sus territorios porque nadie lo hacía.

En su casa, sentado frente a la puerta que da a la calle, Francisco Félix, el primer comandante de la CRAC-Policía Comunitaria, toma con delicadeza ese documento en tamaño oficio con fecha del 15 de septiembre de 1995. El hombre de 57 años, ahora comisario y quien se encargó este viernes de llevar tortillas hechas a mano para comer en el evento conmemorativo de los 20 años del sistema de justicia, cuenta que el ex gobernador Ángel Aguirre siempre quiso pulverizarlos desde su gobierno interino en 1996.

La hoja, que ha tomado un color amarillo por el tiempo, plasma la justificación de la CRAC que concluyó 1995 con 42 comunidades de San Luis Acatlán, Metlatónoc y Atlamajalcingo del Monte con problemas similares; cada una tenía al menos seis policías que cuidaban caminos y custodiaban el transporte público.

“Con la finalidad de buscar una solución por las anomalías registradas en el tramo carretero Cuanacaxtitlán a Yoloxóchitl por un grupo de asaltantes que han causado daño y terror a personas pacíficas quienes han resultado después de ser despojado de sus pertenencias amarrados, golpeados y llevados al monte para que los suelten ya muy tarde quitándoles la ropa y cometiendo violación en las mujeres”, se lee.

La hoja grita quejas. Con...

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