Despliegue militar espera a los feligreses en Michoacán

Carlos Arrieta, Raúl Torres y Natalia Gómez, corresponsales y reportera

MORELIA, Mich., febrero 16 (EL UNIVERSAL).- Un despliegue de seguridad sin precedentes y poca afluencia, son dos factores que vistieron las horas previas a la visita del papa Francisco a la ciudad de Morelia, donde se espera un millón 500 mil feligreses para atestiguar los tres eventos que el Pontífice encabezará este martes.

El dispositivo incluye al menos 8 mil 500 elementos de fuerzas estatales y federales que rondan las calles y avenidas de la capital michoacana, mientras que bases de operaciones mixtas controlan con policías federales y estatales los cinco accesos a la ciudad.

Las tres sedes en las que Jorge Mario Bergoglio estará con religiosos, niños y jóvenes se han convertido en búnkers, inclusive para los asistentes, a manos del Estado Mayor Presidencial que encabeza el operativo.

Michoacán, en sí, es una fortaleza, puesto que es la entidad del país en la que en los últimos 10 años se han registrado históricamente las primeras decapitaciones, cuerpos colgados, actos terroristas, narcobloqueos y conformación de autodefensas, resultado de la imparable acción del crimen organizado; con todo y eso, recibe este martes al jerarca de la Iglesia católica.

Francisco transitará las calles de Morelia en medio de la presencia de elementos de seguridad con la participación de la Marina Armada de México, Policía Federal, Gendarmería, Ejército y agentes de seguridad estatales y municipales.

La visita del religioso argentino también será vigilada por 3 mil 500 elementos del Estado Mayor Presidencial, de acuerdo con la última declaración del gobernador Silvano Aureoles.

Se instalaron francotiradores en las partes altas de los edificios e inmuebles donde el Papa se presentará, y también estarán repartidos entre los edificios a lo largo de 17 kilómetros que recorrerá el jerarca de la Iglesia a cielo abierto.

Para controlar los accesos se han instalado en la ruta papal 30 filtros con arcos detectores de metales y grupos policiales de los tres niveles de gobierno con binomios caninos y detectores de explosivos. Pese a ese intenso despliegue policial y militar, la llegada de feligreses es poca y de acuerdo con comerciantes y habitantes de la capital michoacana, se debe al estigma de inseguridad que tiene Michoacán.

Para José Méndez, comerciante en uno de los albergues acondicionados para los peregrinos, la imagen es de un estado violento. Don José acusa...

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