El Informe Oppenheimer/ El despilfarro militar latinoamericano

AutorAndrés Oppenheimer

Por más ridículo que parezca, varios países de América del Sur, alentados por fabricantes de armamentos y la nueva política de Estados Unidos de autorizar ventas de armas sofisticadas a la región, están planeando gastar cientos de millones de dólares en nuevos aviones de combate, en medio de una de las peores crisis económicas de los últimos tiempos.

Lo que es aún más absurdo, algunos países centroamericanos cuyos niveles de pobreza están entre los peores del mundo, como Nicaragua y Honduras, están haciéndose acusaciones mutuas que muchos analistas temen se traducirán en un nuevas compras de armas.

Según el Anuario del 2001 del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri), una organización que contabiliza las compras de armas en todo el mundo, los gastos militares en América del Sur subieron de 16 mil 500 millones de dólares en 1991 a 26 mil 300 millones en el 2000.

En América Central, el gasto militar subió de 2 mil 200 millones a 2 mil 900 millones de dólares en el mismo período.

Como si esto no fuera suficiente, Chile, Brasil, Argentina, Venezuela y Colombia planean hacer compras mucho mayores, que, si se llevan a cabo, harían aumentar enormemente los gastos militares de la región.

Brasil anunció este mes que comprará 24 nuevos aviones de combate, por 700 millones de dólares. Esta sería la primera etapa de una compra a largo plazo de 100 aviones de combate, por 3 mil millones.

Chile acaba de anunciar la compra de 10 aviones Lockheed Martin F-16, por 700 millones, como parte de un plan de reequipamiento militar de 2 mil 300 millones de dólares.

Argentina, cuyos problemas financieros forzaron drásticos recortes de salarios de empleados públicos y jubilados, aún tiene, por lo menos en los papeles, planes de comprar 10 aviones F-16 de segunda mano, según reportes de prensa.

Venezuela, el único país sudamericano que ya tiene aviones F-16, planea restaurar sus aviones y comprar una nueva generación de submarinos y fragatas, según el Sipri.

En una entrevista telefónica desde Estocolmo, el analista del Sipri Siemon Wezeman me señaló que "tras un período de estancamiento en los gastos militares, parece ser que las Fuerzas Armadas de América del Sur y Central se están modernizando".

Agregó que estas compras "no hacen ningún sentido desde el punto de vista de la seguridad nacional, porque la región no tiene el tipo de tensiones internacionales que requieren el uso de armas ofensivas".

Es cierto que hay unas 30 disputas...

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