Despiden a un pilar de la arquitectura en México

(Nota 7 del Segundo Presupuesto General. MATERIAL EXCLUSIVO PARA MEDIOS IMPRESOS. QUEDA PROHIBIDA SU PUBLICACIÓN EN INTERNET)MEXICO, D.F., abril 17 (EL UNIVERSAL).- Hasta el viernes pasado, Pedro Ramírez Vázquez fue a la oficina; incluso el lunes, cuando estaba hospitalizado, terminó de revisar su nuevo libro de urbanismo, “Piezas de cristal”.

En el sepelio del arquitecto, su hija Olga Ramírez Campuzano dijo que esa actitud de compromiso, trabajo y servicio fue el mayor legado:

“Toda su vida trabajó; decía que la arquitectura es una disciplina de servicio. En eso creía: servir, servir, a tu comunidad, a tu ciudad, a tu país”.

A su vez, Javier Ramírez Campuzano, quien como su padre se dedicó a la arquitectura y fue su discípulo, recordó que el también arquitecto Legorreta a menudo decía: “Pedro descansa haciendo adobes”.

Desde la noche del martes a la funeraria donde se llevó a cabo el sepelio del arquitecto mexicano, fallecido a los 94 años de edad, acudieron funcionarios de la cultura, arquitectos, académicos y amigos del arquitecto.

Tras una misa a las 13:00 horas, en el Panteón Español tuvo lugar la cremación. En la noche hubo otra misa en la iglesia de la Santa Cruz del Pedregal. Las cenizas serán llevadas esta semana a la Basílica de Guadalupe, donde se encuentran las de su esposa Olga, quien murió hace 14 años.

En la funeraria estaban sus cuatro hijos y algunos de los 14 nietos y 12 bisnietos; en primera fila, en su silla de ruedas y ayudado por un respirador, estaba el arquitecto René Martínez Ostos, el mejor amigo de Ramírez Vázquez: “A Pedro lo conocí cuando entramos a la preparatoria en 1935, así que figúrate todos los años que vivimos juntos. Era padrino de mis hijos, yo era padrino de sus hijos. Las dos esposas eran íntimas amigas, Gloria y Olga; seguimos siendo amigos de toda la vida. Lo veía casi diario, hace como ocho días que lo vi. Me dejó su sapiencia y todo el cariño del mundo”, contó Martínez Ostos.

Maestro y discípulo

No es fácil detallar en unos minutos cuáles fueron las enseñanzas de su padre, sin embargo Javier evocó:

“Sólo quiso ser arquitecto y llegó a ser Pedro Ramírez Vázquez; fundó una Universidad -la Autónoma Metropolitana-, organizó unos juegos Olímpicos; era un humanista bárbaro: él presidió el comité prodefensa de la minoría judía en la Unión Soviética. De no practicar deporte, hizo unas Olimpiadas, las oficinas del Comité Olímpico Internacional en Suiza, el Museo Olímpico en Suiza”.

Eran varios los...

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