Se despide de las telenovelas

AutorCarolina Martínez

Después de ser una de las actrices más celebradas de las telenovelas mexicanas y de alcanzar fama internacional gracias a ellas, hoy, Angélica Aragón dice no más a la televisión.

"Ya la televisión me tenía muy aburrida", exclamó Aragón durante una locación de la cinta Tequila, en Tapalpa, Jalisco.

El gusto que alguna vez le dio pertenecer a la televisión mexicana, terminó por convertirse en hastío, como explicó.

"Cuando me ofrecieron telenovelas como Marea Brava y El País de las Mujeres, dije: '¡no, hasta aquí llegué!'. Estuve dirigiendo para Azteca y eso me gustó, pero también es muy esclavizante".

Ni historia ni actuación ni buena edición ni nada. En la opinión de la actriz de ojos verdes, la telenovela mexicana ha perdido todo su encanto, el que alguna vez conquistó al mundo entero.

Gracias a telenovelas como Chispita, junto a Lucero, Aragón se convirtió en una cara familiar en China, por ejemplo, y con TV Azteca, su fama llegó a rincones inimaginables.

"Yo leí una nota, chiquitita, de la revista Time, en diciembre del 2001, tras la invasión de los americanos a Afganistán, y reportaban que en Kabul, la capital de Afganistán, liberada del régimen Talibán, estaba tratando de regresar a su vida normal.

"La gente, en la noche, se sentaba a ver la televisión un ratito, y que el programa favorito era una telenovela mexicana, llamada Mirada de Mujer; en ese momento fui con la empresa y les dije 'oigan, mándenme a Afganistán', y nunca quisieron".

Sin embargo, como explica la actriz, esos tiempos han...

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