Despensa sana, familia saludable

AutorGeorgina Montalvo

La próxima vez que acuda al supermercado para surtir su despensa, eche un vistazo a los carritos de otras personas para darse cuenta de lo fácil que puede ser adivinar cuáles son los hábitos alimenticios de una familia.

Después observe el suyo y, en este caso, quizá encuentre la razón por la que los planes para mejorar la alimentación de su familia han naufragado. Si en su carrito predominan los alimentos enlatados y procesados, además de botanas y uno que otro pastelito que no dejan espacio para frutas y verduras, es momento de cambiar los hábitos de compra.

Siempre frescos

Aunque lo mejor es comprar frutas y verduras frescas en el mercado, si el tiempo no es su mejor aliado y no tiene otro camino más que adquirirlas en el súper, no opte por las enlatadas.

Prefiera las naturales para que, además de tener el control sobre su lavado y desinfección, su cuerpo aproveche toda la fibra que contienen, pues las verduras enlatadas carecen de ella y contienen mucho sodio, dañino para personas con hipertensión arterial.

Expertos recomiendan comprar lechugas y otras ensaladas empaquetadas sólo en casos extremos, por ejemplo cuando el tiempo no le alcanza ni para lavar las verduras, pues el costo se incrementa considerablemente.

Y llevar una dieta saludable también debe tener el beneficio de hacer menos inversión.

Si la falta de tiempo es su problema y quiere consumir frutas y verduras frescas, puede comprar el sábado o el domingo las que planea ocupar a lo largo de la semana, lavarlas, dejarlas escurrir, ponerlas en bolsas para almacenarlas en el refrigerador, en el área designada para ellas.

Si se colocan en otra parte, pueden recibir más frío del necesario, lo que deteriora sus características, y la desinfección se debe hacer minutos antes de comerlas.

Respecto a las carnes, el proceso de calidad que cumplen las de los supermercados a veces puede superar el cuidado que se tiene con la carne de res, de cerdo, de pollo y pescado en los mercados. Aunque también el costo en el súper puede ser más elevado.

Los milagros no existen

Dejarse llevar por la publicidad de alimentos sofisticados (multivitamínicos, light, con fibra adicional, sin grasa, entre otras ofertas) no suele ser la mejor opción.

Si la mayor parte de su carrito la ocupan frutas y verduras, puede tener la seguridad de que su ingestión de vitaminas y minerales es de la mejor calidad. Y si además consume cereales sin sodio y sin azúcares, como la avena, hojuelas de maíz o arroz (sin...

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