Despegan
| Autor | Jaime Garza |
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PUEBLA.- Los Tigres arrancaron el Torneo Bicentenario con un acierto, y eso ya es ganancia.
Conseguir un triunfo en Puebla no es fácil, pero los felinos, apoyados en su oportunismo, sí lo lograron al vencer 1-0 a los Camoteros, que para efectos del descenso, el resultado se cotizó en oro.
Fue un buen despegue para Tigres desde el punto de vista anímico. Ganar en el debut siempre es alentador, pero además los tres puntos le sirvieron a los felinos para sacarle una luz de ventaja a sus rivales directos en la tabla porcentual. Fueron los únicos que festejaron de todos los involucrados: empató Querétaro y perdieron Jaguares, Atlas e Indios.
Tigres se tomó una rápida revancha del 4-1 que le recetó el Puebla en el InterLiga. Los felinos presumieron ayer capacidad para, primero, aprovechar el hombre de más tras la expulsión del defensa central Alejandro Acosta, y después, manejar su ventaja favorable, algo que le venía costando sobremanera.
Con deficiencias en la marca y sin desenvolver el futbol que aún pudieran ofrecer, el cuadro auriazul supo cómo ganar. Fue oportuno y se las arregló para conservar el triunfo. Además, se produjo el debut del brasileño Everton Cardoso, quien le cambió la cara al equipo y mandó señales de esperanza hacia su técnico, compañeros y seguidores de cara al futuro.
Pero la historia demanda memoria y justicia, porque si existió un jugador clave en la victoria de ayer fue Cirilo Saucedo. El portero de Tigres se convirtió en la figura por sus atinadas atajadas en momentos cruciales.
Tigres basó su propuesta ofensiva en el contragolpe. No obstante, ninguno de sus avances prosperó porque tanto Lucas Lobos como Itamar Batista cayeron en la jugada individual, en vez de optar por el acompañamiento.
Para el segundo tiempo, en algo cambió el guión del partido. Aunque al 47' Puebla tuvo su más clara opción para abrir el marcador, pero Cirilo lo evitó con doble atajada frente a Álvaro "La Bola" González.
El ingreso de Everton por Francisco Fonseca (quien pasó inadvertido) le ofreció otros recursos al ataque felino y enseguida llegó la expulsión de Acosta por doble amonestación y cayó el gol.
Al 66', Everton desbordó por izquierda, sacó centro pasado hacia la llegada de Amaury Ponce, quien volvió a recentrar y, con remate de cabeza, Lobos no perdonó para decretar el 1-0.
A partir de ahí, Everton enseñó algo de lo que le puede dar a Tigres con el solo hecho de tener criterio y toque fino para jugar.
Al final, y después de...
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