Despacho de Negocios / La guerra en México
| Autor | Alejandro Delgado Ayala |
El Presidente Felipe Calderón ha hecho sus apuestas y las ratifica. Desde su llegada a la Presidencia, arrancó un renovado y agresivo plan para atacar al crimen organizado y ayer lo confirmó. En forma elocuente, el Presidente de México dijo que tenemos que recuperar la seguridad de nuestras calles y eliminar a quienes envenenan "el cuerpo y el alma de nuestros niños y jóvenes".
Le doy toda la razón al Presidente, no sin reconocer la difícil tarea que esto implica. Son décadas de corrupción, de muerte, de engrandecimiento de un poder ajeno al Estado y de Gobiernos inútiles, omisos, soberbios, ignorantes e impotentes.
Hoy escribo respecto de esta gran guerra que ha lanzado el Presidente Calderón, pues he visto críticas a la misma por parte de opositores. Escribo desde el punto de vista de un abogado que trabajó por cuatro años en áreas de procuración e impartición de justicia hasta llegar a ser director general de Asuntos Legales Internacionales de la Procuraduría General de la República, lugar que me permitió entender más la dimensión del problema y el engranaje internacional que se juega por parte de los Gobiernos.
La primera crítica que hacen algunos a los operativos masivos en los Estados es que no sirven de nada, pues los capos y delincuentes simplemente huyen al saber que el operativo se hará en su localidad. La segunda crítica que hacen es que en los operativos no han agarrado a algún capo grande. La tercera es que algún día se retirarán las fuerzas federales y dejarán de nuevo el territorio descuidado y las cosas volverán a ser como eran antes. La última es que la entrada del ejército y fuerzas federales puede violar los derechos humanos y garantías de muchos.
Cuando estudiaba Derecho, nuestros maestros de Teoría del Estado, Sociología y Derecho Público nos enseñaron que para que un Estado sea vigente y positivo, el mismo debe tener "imperio". Es decir, la capacidad de hacer cumplir la ley por cualquier medio y ante cualquier grupo o fuerza. Hablamos igualmente del concepto básico para el establecimiento del Estado, que es la soberanía. Un Gobierno es soberano cuando tiene imperio sobre el territorio en cuestión. Por ende, ese Gobierno tiene el monopolio del uso de la fuerza pública y de la impartición de justicia por medio del Poder Judicial. Los estudiantes de Derecho solíamos pensar estos conceptos a la luz de invasiones extranjeras.
Cuando uno estudia el grave problema de las drogas, desde la demanda hasta la producción, pasando...
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