Empresa/ Desequilibrios

AutorAlberto Barranco Chavarría

Estamos hablando de un déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos, es decir el equilibrio entre el ingreso y egreso de divisas al país, de 17 mil millones de dólares.

La cifra supera en 40 por ciento el vaticinio condensado en los Criterios Generales de Política Económica para este año, duplicando en algunos casos los propios vaticinios privados.

De hecho, el punto más cercano a la realidad lo planteó en diciembre pasado la firma Consultores Internacionales, al hablar de 14 mil millones de billetes verdes... frente a los 8 mil 500 que auguraba la mitad de los bancos, o los 11 mil de las corredurías estadounidenses.

Lo que se ubicó en su momento, pues, como una exageración, a la larga resultaría demasiado corto...

Lo grave del caso es que en sentido contrario a lo afirmado por el presidente de la Asociación de Banqueros de México, Héctor Rangel Domene, en el homenaje del organismo al Presidente Ernesto Zedillo ("En este sexenio la inversión extranjera directa alcanzará más de 60 mil millones de dólares, financiando este año alrededor del 80 por ciento del déficit en cuenta corriente, mientras en 1994 sólo se financiaba el 40"), el boquete no puede cubrirse por la vía del ingreso de divisas productivas.

Hete aquí que en otro grave error de cálculo, frente al pronóstico de acumular 14 mil millones de dólares, equivalentes a casi tres puntos del Producto Bruto Nacional, el país difícilmente recibirá 10 mil... y eso contabilizando la inyección extraordinaria del banco español Santander/Central Hispano a Serfin, por 3 mil 500 millones de dólares, y los mil 800 que a su vez integró el Bilbao-Vizcaya/Argentaria al capital de Bancomer.

De cubrirse en estricto el desequilibrio por esa vía, así, estarían faltando 7 mil millones de billetes verdes.

Como recordará usted, el talón de Aquiles del Gobierno que encabezó el Presidente Carlos Salinas de Gortari, fue el colosal déficit en cuenta corriente, que en el peor de sus desniveles se ubicó en 35 mil millones de dólares.

Incapaz de generar un flujo similar de inversión externa -lo que hubiese implicado romper la marca de China que en el clímax de su apertura total al capital en dólares alcanzó el equivalente al 4 por ciento de su Producto Bruto Nacional-, el Gobierno anterior ideó el esquema de los Tesobonos, es decir papeles de deuda pactados en dólares pero amortizables en pesos...

El final usted lo sabe: estallada la crisis de confianza en el país tras la macrodevaluación de la moneda del 19...

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