Tienen deseos curiosos

AutorLeopoldo Ávalos

NAUCALPAN.- Considerado como la última voluntad de cada persona, el testamento requiere de una gran intimidad entre los clientes y el notario público al momento de ser dictado.

Hasta la muerte de la persona, el autor y el notario público son los únicos que tienen una copia del documento y de los contenidos que aparecen en él.

De esta intimidad, surgen momentos y decisiones únicas, muchas de las cuales no pasan de la oficina del fedatario.

"Una cosa muy curiosa que integra un testamento es el qué es lo que quiere la persona que pase con su cuerpo", indicó Conrado Zuckermann, Notario Público 105, quien cuenta varias anécdotas sobre deseos curiosos.

"Un señor quería que esparcieran sus cenizas en las escaleras de la Pirámide del Sol en Teotihuacán. Le preguntaba que si era por la energía y me decía que no, que era para verle los calzones a las muchachas", recuerda.

Incluso, en su testamento, la gente menciona el tipo de música con la que desea que lo entierren y el tipo de flores que deben llevarse al funeral.

Algunas personas también plasman reflexiones, pensamientos e incluso aclaran porqué no le dejan bienes a algún familiar, por considerar que fueron ingratos.

También, señaló Zuckermann, hay personas que son muy especificas y son capaces de colocar cada objeto de su propiedad, como medallitas o muebles y el nombre de cada heredero.

"No me ha tocado que alguien le herede una cosa a su perro. He visto que la gente pide que el...

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