Desechos: cambio de hábitos

AutorIván Sosa

En plena zona de La Merced, sobre la Avenida Anillo de Circunvalación, esquina con San Pablo, Francisco García se ocupa de operar una máquina compactadora de basura, algo aún novedoso.

"La máquina es de una empresa contratada por (la Dirección General de) Servicios Urbanos del Gobierno del DF, se reciben las bolsas de la gente, sólo con inorgánicos, nada de poda y se compacta para juntar unas diez toneladas en el contenedor", comentó el operador.

Después de separar una parte de los residuos destinados a la venta como material reciclable, García realiza maniobras para montar el contenedor dentro de un camión, que traslada los desechos hacia un punto, en donde tractocamiones recogen la carga para trasladarla a uno de los sitios de depósito en el Estado de México o al Estado de Morelos.

Instalaciones como esta y 200 islas, cada una con cinco contenedores identificados con su propio color, para entregar los desechos separados, han sido distribuidas en el DF como parte del nuevo sistema de manejo de la basura.

"Durante muchas décadas operó de otra forma, casi todo iba como abajo del tapete, a Bordo Poniente, no había reciclaje, pero ahora lo hay, a 10 años de que entró en vigor la Ley de Residuos Sólidos del DF", contó Arnold Ricalde, ambientalista y autor de la ley cuando fue legislador.

Antes de diciembre de 2011, cuando fue cerrado Bordo Poniente, los residuos eran recolectados por rutas de camiones y barrenderos con sus carritos, que los entregaban a 13 estaciones de transferencia, en donde 320 tractocamiones los tomaban para llevarlos a confinamiento en el único relleno sanitario de la Ciudad.

Salvo el 5 por ciento que era separado en tres plantas de selección, 12 mil toneladas en promedio diario eran confinadas en el único relleno sanitario disponible.

Ante el cierre de Bordo Poniente, explicó el subdirector de Reciclaje de Servicios Urbanos, Ricardo Estrada, se emprendió una cultura de separación desde los domicilios.

"El programa de separación se detonó cuando el gobierno comienza a dar a los trabajadores de limpia una compensación por cada tonelada, lo que trajo como consecuencia su involucramiento y a la vez, el de la ciudadanía, porque ahora los compañeros piden que les entreguen clasificado, como ya sucede en 70 por ciento de las rutas de recolección", indicó Estrada.

Los residuos orgánicos, alimentos y restos de podas, 2 mil 500 toneladas diarias, son canalizadas awvhora una planta que los transforma en composta, instalada al...

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