Desconecta en sus jardines

QUERÉTARO.- UNA DE las particularidades del centro histórico de Querétaro es que sus principales atractivos están repartidos en varios puntos, a lo largo de casi 1 kilómetro.

Desde la Casa de la Corregidora hasta la Catedral se extiende un recorrido salpicado por bellos jardines, en los que el viajero podrá descansar.

Situada frente a la que fue residencia de Josefa Ortiz de Domínguez, la Plaza de Armas es un agradable punto de partida.

Los edificios puramente virreinales conviven con la estatua de Juan Antonio de Urrutia, quien impulsó la construcción del célebre acueducto de Querétaro.

Más adelante, siguiendo por el corredor peatonal 5 de mayo, se llega al Jardín Zenea, llamado así en honor del antiguo gobernador del estado, Benito Santos Zenea.

Grandes fresnos proporcionan amplias sombras en lo que fue parte del atrio del monasterio de San Francisco, cuya torre principal puede admirarse desde los bancos.

Al otro lado del templo, la Plaza de la Constitución, construida hace apenas medio siglo, ofrece un contrapunto de diseño contemporáneo.

El recorrido puede concluir en el Jardín Guerrero, que en sus inicios pertenecía al Convento de Santa Clara y donde llegó a plantearse la construcción de la Catedral que acabó ubicándose en el cercano templo de San Felipe Neri.

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