Descaro del divo vale oro

AutorYanireth Israde y Lourdes Zambrano

En el México machista, Juan Gabriel podía cantar entre charros sin invocar mujeres perdidas o borrachos de cantina y exhibir una sensibilidad amorosa que le granjeó no sólo éxito en la música, también en el campo de la inclusión social, considera el sociólogo Héctor Castillo Berthier.

"Una de sus mayores fortalezas fue mostrarse, para que la gente aceptara a los homosexuales. México vive un problema serio, severo, de derechos humanos, y la música de Juan Gabriel lo que en el fondo fomentó fue la inclusión social", apunta el especialista en cultura popular.

Tierno, arrojado al mundo, expuesto a la violencia, el autor de "Amor Eterno" es el antihéroe ajeno a la cantina, coincide el escritor Antonio Calera-Grobet, editor de Mantarraya, sello que publicó en 2010 una compilación de temas de varios autores en la que resuena la obra de Juan Gabriel. Se titula "Querido".

"No importa que se declarara o no gay", opina el ensayista Pável Granados, "importa el discurso de la noche, de la alegría, de la diferencia.

"El homoerotismo de Juan Gabriel es tan seductor, que los machos terminan cantando con él. El machismo es una cárcel para el hombre, una opresión, y Juan Gabriel ofrece la liberación, por eso es tan seductor".

Con sus composiciones de lenguaje sencillo, sin complicaciones técnicas, el intérprete afín al priismo logró más que cualquier discurso político, pondera Castillo Berthier.

"Esta inclusión de la homosexualidad no es un logro pequeño en un País de machos. Ahora que están discutiendo la ley del matrimonio gay...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR