Desbordan peregrinos seguridad del Vaticano
| Autor | Inder Bugarin y Esteban Israel |
EL NORTE / Italia
CIUDAD DEL VATICANO.- El fervor de cientos de miles de peregrinos que llegaron a Roma para ver por última vez a 'Juan Pablo II el Grande', desbordó ayer el operativo de seguridad dispuesto por la autoridad italiana.
Para las 20:00 horas -tiempo local-, una hora antes de lo previsto, el flujo peregrino era tal que el Vaticano debió abrir las puertas de la Basílica de San Pedro para que comenzara la procesión frente al cuerpo del Pontífice.
"No empujen, no empujen, tranquilos, hay niños y ancianos", gritaba Laura Barrera, de Monterrey. Cinco jóvenes voluntarios, sujetándose de las manos, intentaban frenar a la multitud que se abalanzaba hacia la puerta del Templo.
El laberinto de mallas de acero en el que se convirtió la Plaza de San Pedro no fue la mejor solución. Nadie sabía cuál era la cola oficial y en cuanto comenzó el acceso, los jóvenes -muchos mexicanos- saltaron las mallas.
Los más afortunados fueron los que quedaron atrapados en medio de vallas al interior de la plaza -unos 20 mil-. Al menos, sabían que pasaran las horas que pasaran, penetrarían la fortificada Basílica.
Familias enteras llegadas desde Ciudad Juárez hasta Bogotá, desesperaban bajo el sol.
"¿A qué hora avanza esto?", era el eco que se escuchaba entre una multitud que llevaba horas esperando a la espera de muchas más. Los turistas de plano abandonaban la fila.
Así transcurrió la primera jornada de funerales del Papa, en un contexto donde la coordinación entre los elementos de seguridad parecía inexistente y todo dependía del sentido común del peregrino y su buen comportamiento.
"Esto es sólo el reflejo de la parálisis que ha sufrido el Vaticano tras la muerte del Papa", aceptó un oficial de gris presionado por un grupo de periodistas.
Las fuerzas de seguridad italianas ya aumentaron de 10 mil a 15 mil el número de efectivos que participarán en los operativos que girarán en torno a homenaje al Papa.
Por disposición del Colegio de Cardenales -que se reunió ayer por primera ocasión- el cadáver del Papa, vestido con mitra, palio, manto rojo y bastón episcopal, se trasladó de la Sala Clementina del Palacio Apostólico a San Pedro, donde estará expuesto al público los próximos 3 días.
El vocero vaticano, Joaquín Navarro-Valls, informó que Juan Pablo II no había dejado testamento, por lo que los Cardenales decidieron enterrarlo en la Basílica Vaticana el próximo viernes a...
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