Desarrollan un bioplástico de bacterias

AutorPatricia López

El primer experimento mexicano que busca obtener un plástico de origen biológico, biodegradable y capaz de sustituir en el futuro al plástico convencional proveniente del petróleo, ya se ensaya en Baja California Sur.

Un grupo científico encabezado por el biotecnólogo Alejandro López Cortés, del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR, centro Conacyt con sede en La Paz), encabeza un proyecto para obtener un nuevo material cuya materia prima son bacterias marinas presentes en las costas nacionales.

El investigador -miembro del Programa de Planeación y Conservación Ambiental del CIBNOR- aprovecha la presencia, desde hace 4 años, de una empresa enlatadora de sardina y atún ubicada en Bahía Magdalena, la cual genera desechos orgánicos que llegan al mar.

Ese efluente de contaminación es rico en nutrientes y propicia en el sedimento marino el desarrollo de algunas bacterias que producen polímeros naturales, llamados polixidroxialcanoatos (PHA's), los cuales tienen propiedades similares a las del poliéster.

Los polímeros son moléculas de gran tamaño formadas por varias moléculas más sencillas (llamadas monómeros), que definen su estructura y características.

Con diversas cualidades, estas macromoléculas forman la estructura química de materiales de gran aplicación, como fibras, recubrimientos, adhesivos, elastómetros y plásticos.

Los PHA's son una familia de biopolímero de origen microbiológico. Se ensayan en países como Japón y Estados Unidos para fabricar tenedores de plástico y películas para embalaje, pues son resistentes al calor y la grasa. También se combinan con plásticos petroquímicos en las industrias automotriz y de cómputo.

López Cortés y su grupo extraen de sedimentos marinos tapetes microbianos con bacterias dotadas de polímeros naturales. Con las muestras, realizan en el laboratorio un detallado análisis químico.

Hasta ahora han encontrado que los biopolímeros bacterianos poseen algunas características de los plásticos de origen petroquímico, entre ellas elasticidad, resistencia y transparencia.

A diferencia del cultivo in vitro de bacterias provenientes del suelo, han comprobado que las bacterias marinas son más fáciles de manejar, crecen más rápido y requieren menos espacio para reproducirse.

Con la colecta obtenida en los últimos 4 años, López Cortés y sus colegas han formado una colección de 12 bacterias con potencial para crear bioplásticos.

Mediante pruebas con sustancias colorantes aplicadas a las células de...

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