Desarrollan nuevo concepto para el tratamiento de asma

El asma es un padecimiento inflamatorio crónico de los pulmones, es más común en la infancia que en la etapa adulta. Jorge Miguel Karam Jiménez, neumólogo pediatra/fisiólogo pulmonar del Hospital Infantil de México y la Clínica Lomas Altas, advierte que su prevalencia alcanza cifras en el país de entre 8.5 y 10 por ciento, y en la Ciudad de México registra una incidencia del 11.80 por ciento.

Un estudio realizado en las instituciones de seguridad social demostró que un paciente bien controlado con uso de medicamentos y visitas médicas, le cuesta a la institución alrededor de seis mil pesos anuales; sin embargo, un paciente no controlado, que visita urgencias en varias ocasiones, que necesita de hospitalización, representa un gasto anual para la institución de aproximadamente 100 mil pesos.

Jorge Miguel Karam explica que en los niños pequeños con tos recurrente o persistente, con chiflido en el pecho o ronquidos, después de infecciones respiratorias agudas que no responden al tratamiento, se debe sospechar asma. El 80 por ciento de los pacientes asmáticos tienen rinitis alérgica coexistente, y 40 por ciento de los pacientes con rinitis alérgica tienen asma.

Indica el especialista que el tratamiento del asma depende del estadio en el que se clasificó la enfermedad. Las metas de tratamiento son control de los síntomas, prevenir las exacerbaciones, mantener la función pulmonar lo más cercano a los niveles normales, mantener niveles de actividad normal, incluido ejercicio, prevenir el desarrollo de limitación irreversible del flujo de aire y prevenir la mortalidad por asma.

El tratamiento farmacológico, apunta el neumólogo pediatra/fisiólogo pulmonar, incluye medicamentos sintomáticos que se utilizan para aliviar los síntomas. Por lo general, son ß2-agonistas inhalados de acción corta que abren la vía aérea y permiten que el aire entre a los bronquios; los glucocorticoides o esteroides sistémicos orales e intravenosos disminuyen de manera rápida la inflamación en una crisis asmática.

Los medicamentos más usados son los controladores, también llamados preventivos o medicación de mantenimiento, y se utilizan de manera regular para prevenir ataques. Entre estos figuran los esteroides o glucocorticoides inhalados, que no son derivados de cortisona como aún se piensa y que tienen los efectos antiinflamatorios necesarios para disminuir y prevenir la inflamación de los bronquios; se complementan con broncodilatadores ß2-agonistas de larga acción, que...

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