Desamparan a familias

Dieron su vida en cumplimiento de su deber, pero sus familias no han sido compensadas.

El pasado 3 de diciembre, la familia de Antonio quedó desamparada, pues él y otros cinco integrantes de la Fuerza Única Regional fueron asesinados por criminales en el centro de La Huerta, mientras tenían a una persona bajo arresto.

A tres meses del crimen, la familia aún batalla para que les remuneren el seguro de vida, los gastos funerarios y el seguro por riesgo de trabajo.

Quienes más lo ha padecido son sus hijos de 2, 7 y 8 años, y su pareja, quien distribuye su tiempo entre cuidar de ellos, de su mamá incapacitada y el trabajo, aunque sólo ha conseguido empleo temporal en una abarrotera.

También buscan una ayuda por orfandad ante el Instituto de Pensiones del Estado (Ipejal), pero tampoco han tenido ningún avance.

"Han pedido prestado, son tres hijos, (dos) están yendo a la escuela, ya no hallamos como hacerle", lamentó el hermano de Antonio, quien pidió el anonimato.

La familia vive en el interior del Estado, a tres horas de Guadalajara y a una distancia similar de Cihuatlán. A ambos puntos han acudido en viajes que les han costado hasta 2 mil pesos, para ir a...

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