Desafían en Brasil el modelo de Lula
| Autor | Ángel Sastre |
Especial
BUENOS AIRES.- Cuando el socialdemócrata y opositor José Serra aceptó volver a ser candidato presidencial en las elecciones del próximo tres de octubre, sabía que enfrentaría un reto titánico: ganarle a Dilma Rousseff, la "delfín" de Luiz Inácio Lula da Silva, beneficiada de la alta popularidad de la que goza el Presidente brasileño y los votos que arrastra.
Partidario de medidas económicas más liberales que las de Lula, Serra es amigo y sucesor de Fernando Henrique Cardoso en el Partido da Social Democracia Brasileira (PSDB). Encarna a los sectores situados más al centro en el PSDB y fue Gobernador de Sao Paulo desde 2007, región clave para las elecciones, en la que tiene alto nivel de popularidad. Posee una larga experiencia política, ya que ha ocupado varios cargos relevantes en el país.
Y por ahora, los sondeos sonríen al ex Gobernador de Sao Paulo. En la última medición del Instituto Datafolha, publicada el 27 de marzo, se aprecia una notable subida del 32 por ciento al 36 por ciento, lo que significa nueve puntos de diferencia frente a Rousseff.
La misma encuesta revela a que la popularidad de Lula da Silva está en su nivel más alto desde que tomó el cargo en 2003; concretamente, 76 por ciento de los brasileños considera que su Gobierno es bueno o muy bueno. Se trata del apoyo popular más alto que nunca haya recibido un Jefe de Estado brasileño.
"Serra está compitiendo contra Lula nuevamente, (esta elección) será un plebiscito sobre Lula y él es difícil de vencer", dice a REFORMA Ricardo Guedes, director de la empresa de encuestas de opinión Sensus.
"¿Qué puedes decir contra una economía pujante y un Presidente con ese tipo de tasa de aprobación? Será muy duro", agrega.
Serra ya experimentó el efecto dómino que ejerce un Presidente saliente pero a la inversa, cuando en 2002 se presentó a la Presidencia, perdiendo ante Lula da Silva en la segunda vuelta. Serra era el candidato oficialista, promovido por Fernando Henrique Cardoso, y su candidatura heredó la falta de popularidad que caracterizó a la última etapa del Mandatario, además, se vio afectada por las denuncias de corrupción en la privatización de la multinacional Vale Do Rio Doce.
A la sombra del líder
En el Partido da Social Democracia Brasileira estiman que las preferencias del electorado le son favorables y podrían crecer luego de su postulación oficial, ocurrida el 10 de abril, porque tiene mayor experiencia y una trayectoria probada, a diferencia de la novata...
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