Derrocan imperio (III)

Después del aseguramiento del buque "Macel" y del secuestro de su hijo, Sandra Ávila Beltrán quedó en la mira del Gobierno federal.

Pronto caería sobre ella una tormenta legal que incluiría cateos a sus propiedades, órdenes de aprehensión en su contra y la eventual extradición, entre tanto, vería de cerca a la muerte.

EL 'TESORO'

El 27 de julio de 2002, apenas tres meses después del plagio de su hijo, elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) llegaron al exclusivo Fraccionamiento Puerta de Hierro, ubicado en Zapopan.

Al filo de las 21:00 horas ingresaron a una residencia situada en la Calle Senderos de los Pinos, en el Condominio Aragón, para ejecutar una orden de cateo.

La propiedad, según reportes policiales, era de Sandra Ávila Beltrán. En la finca los agentes federales aseguraron una camioneta Ford Lobo negra, la cual contaba con blindaje; un automóvil BMW, también negro; alhajas, 20 mil dólares en efectivo, dos cajas fuertes y documentos diversos.

En los informes se estableció que hallaron pruebas para asegurar otras cuatro propiedades en Jalisco y que de los cateos tuvieron pistas sobre una red de tráfico de drogas.

En las casas relacionadas con "La Reina del Pacífico" se aseguraron también relojes, cadenas, esclavas, anillos de oro, collares de perlas, centenarios, armas, agendas electrónicas y teléfonos celulares.

En ese entonces las autoridades señalaron a "La Reina del Pacífico" como pareja de Juan Diego Espinoza Ramírez, alias "El Tigre", integrante de una banda de presuntos narcotraficantes ligada también al Cártel de Juárez.

A la organización se le atribuía el tráfico de grandes cantidades de droga desde Colombia y emplear a mujeres para mover fuertes cantidades de dinero de México al extranjero.

"El Tigre" quedó en la mira de las autoridades.

Y durante el 2003 se implementó la Operación Volcán, enfocada a localizarlo.

Registros de la época señalan que se incautaron cerca de 230 propiedades relacionadas con la organización del colombiano en Hermosillo y Guadalajara, algunas de ellas a nombre de Ávila Beltrán.

Para entonces se identificaba a "La Reina del Pacífico" como quien lavaba dinero a través de diversos negocios, entre ellos bienes raíces.

DE CARA A LA MUERTE

Un nuevo episodio puso a Sandra Ávila Beltrán de frente a la muerte el 11 de agosto de 2006.

En archivos periodísticos quedó plasmado un crimen ocurrido en Guadalajara, pero de lo que pocos se enteraron en ese entonces es que "La Reina del Pacífico"...

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