Derraman miel... y miles de dólares

AutorSalvador Cisneros

Dicen que de amor no se vive, pero al menos en Inglaterra es un hecho que cuando un príncipe se casa, el pueblo sí vive... ¡y vive muy bien!

Además de un acontecimiento social, la boda real entre el Príncipe Guillermo y Kate Middleton es un fenómeno en términos económicos que implicará una inyección de capital a Inglaterra.

La consultora Verdict estimó que este evento aportará al país un aproximado de 630 millones de libras, que equivalen a mil 30 millones de dólares.

Imán turístico

El fenómeno en que se ha convertido el enlace real ha reactivado la economía de Londres, porque todo gira en torno a ella.

Se prevé que alrededor de 600 mil visitantes lleguen previo a la ceremonia sólo para poder ver durante unos segundos a Kate en su camino a la Abadía de Westminster.

Al tener esto en cuenta, hoteles como Hilton Tower Bridge, Royal Garden y Hyatt Regency crearon promociones para atraer a los turistas; incluso, este último ofrece el paquete "William y Kate, una historia de amor", que incluye una noche de hospedaje, coctel temático de la boda y caja de trufas, por 550 dólares.

Además, para los turistas que no cuentan con mucho presupuesto -considerando que los expertos pronostican que las tarifas se incrementarán en un 200 por ciento- existe una opción económica.

El Parque Clapham Common, a 25 minutos del Palacio de Buckingham y del centro de Londres, permitirá acampar durante tres noches por 122 dólares; este parque tiene capacidad suficiente para albergar a 10 mil personas.

Las agencias de viajes tampoco iban a dejar pasar esta lucrativa oportunidad y una de ellas, Celebrity Planet, ofrece recorridos de dos horas y media por lugares que tienen que ver con el evento o con los novios por 25 dólares.

El itinerario incluye visitas a la joyería real (Garrard & Co), al bar predilecto de los novios (Boujis), a la tienda de zapatos del Príncipe (John Lobb Bootmakers) y, por supuesto, al Palacio de Buckingham y la Abadía de Westminster.

Fiebre real en Londres

La obsesión por esta boda es tal que los comerciantes han hecho de la imagen de Guillermo y Kate su mejor estrategia de marketing, imprimiéndolos...

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