Por su derecho de ver a papá
Durante esta contingencia sanitaria, la tecnología ha sido la opción para que hijos de parejas separadas y en conflicto puedan convivir con el padre que está a la distancia, pero ejercer este derecho de los niños ha encontrado obstáculos.
Se trata de un problema común: El papá promueve un juicio de convivencia con sus hijos, mientras que la mamá, la mayoría de las veces, rechaza este contacto.
Ante las restricciones sanitarias, el Centro Estatal de Convivencia (CEE) del Poder Judicial del Estado reactivó en junio sus servicios para facilitar la comunicación entre los padres no custodios con sus hijos por medio de llamadas telefónicas, videollamadas, videoconferencias o redes sociales.
Sin embargo, la negativa de las partes que tienen la custodia persiste, señalan abogados.
Un bufet jurídico presentó ayer una iniciativa al Congreso del Estado para que los jueces de lo familiar puedan obligar y sancionar, en su caso, a quienes no permitan a sus hijos la teleconvivencia con sus padres.
El proyecto establece una reforma al artículo 1077 del Código de Procedimientos Civiles de Nuevo León.
"Con esta reforma vamos a hacer que el juez se faculte para hacer realidad esta modalidad", explicó Gastón Alemán, integrante del despacho jurídico Alman.
"(Actualmente) el juez hace una invitación y lo que hacen muchos es decir: 'No contamos con los medios necesarios para la teleconvivencia'", agregó Miguel A. Gurrola, también integrante del despacho."No tenemos uno, sino muchísimos asuntos con esta misma problemática".
Antes de la contingencia, cada semana mil 200 padres veían a sus hijos en alguna de las dos sedes del Centro de Convivencia, uno en la Colonia Obispado, conocido como "La casa de chocolate", y otro en Contry Sol, en Guadalupe.
Consultado por EL NORTE, Aníbal Vaquera, su director, dijo que en promedio desde su reactivación en este espacio se realizan 300 teleconvivencias a la semana. En ellas, los psicólogos conectan y vigilan la comunicación desde la casa de cada parte para después reportarla a los juzgados.
"En general ha servido para continuar con los vínculos entre el progenitor no custodio y los menores", señaló el también psicólogo.
Sin embargo, quedan unas 900 convivencias de las que no se tiene registro de que se realicen.
"En muchos de los casos, los jueces dictaron que se pusieran de acuerdo en una convivencia virtual telefónica, incluso, sin la necesidad de la supervisión del Centro", dijo Vaquera.
"Estamos hablando de conflictos...
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