DERECHO, POLÍTICA Y ECONOMÍA / Clemenceau

AutorJavier Mondragón

El 8 de enero de 1918, en un discurso ante el Congreso de los Estados Unidos, el Presidente Woodrow Wilson fijó los 14 puntos que servirían de partida para terminar la Primera Guerra Mundial, porque su visión del mundo aseguraba un espacio en el que la libertad, la justicia y la paz podrían florecer.

La propuesta incluía que las negociaciones de paz se realizaran públicamente; la liberación absoluta de la navegación en los mares, lo mismo en tiempos de paz que de guerra; supresión de todas las barreras económicas; la reducción de armamentos y la solución imparcial de reclamaciones coloniales.

También incluía la evacuación de los territorios ocupados, incluidos Alsacia y Lorena y la formación de una asociación general de naciones cuyo objetivo sería conceder iguales garantías para la integridad territorial de todos los estados.

El 5 de octubre de ese mismo año, el gobierno Alemán envió una nota al Presidente Wilson por la que aceptó los 14 puntos y solicitó el inicio de las negociaciones de paz y el 5 de noviembre de 1918 el Presidente Wilson transmitió la respuesta favorable de los gobiernos aliados, con la salvedad de que Alemania debería reparar todos los daños causados a la población civil de las potencias vencedoras.

Sobre éstas premisas los ejércitos alemanes se rindieron y el 11 de noviembre de 1918 se puso fin a los combates en el campo de batalla.

Para determinar los términos precisos del tratado se convocó a una Conferencia de la Paz en París a la que acudieron el propio Presidente Wilson, el Primer Ministro inglés Lloyd George, el Presidente Clemenceau de Francia y el Primer Ministro Italiano Vittorio Emanuele Orlando, quien posteriormente renunció por no estar de acuerdo con los términos del tratado.

George Clemenceau, el Primer Ministro francés, tenía sin embargo una postura abiertamente antagónica a Alemania con la que consideraba que nunca se debía de negociar o conciliar, sólo dictarle los términos y condiciones. Y las condiciones que quería imponer eran aquellas que a su juicio aseguraran la seguridad y el poder de Francia.

Alemania se había vuelto demasiado poderosa y había que controlarla, había perdido la guerra y había que castigarla.

El tratado se negoció en París, pero no entre Alemania y los aliados, sino sólo entre estos últimos; la discusión se dio entre la postura de Wilson y la de Clemenceau y este último ganó. A Alemania, que ya se había rendido y se encontraba en posición de indefensión, se le presentó el texto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR