Denuncian daños a la Riviera Maya

AutorDaniela Rea

Enviada

CANCÚN.- Algunas inversiones españolas en los desarrollos turísticos de la Riviera Maya han dejado tras de sí un grave deterioro ambiental.

Al menos cuatro proyectos de consorcios hoteleros de gran escala fueron impugnados por organizaciones ambientales locales ante Semarnat, pues su construcción implicó el impacto sobre las dos playas más importantes de desove tortuguero y la destrucción de manglares.

"Para muchos ciudadanos del Caribe las cadenas españolas han venido a ser la segunda conquista de México.

"Nos traen sus inversiones, que no son más que espejitos comparados con las ganancias millonarias que se llevan, y de paso la destrucción de nuestros recursos naturales", afirmó Araceli Domínguez, directora del Grupo Ambientalista del Mayab (Gema).

Uno de los desarrollos más importantes es Bahía Príncipe, propiedad del empresario español Juan Pablo Piñero.

Con una inversión aproximada de 640 millones de dólares, comenzó la construcción de 3 mil 200 cuartos de hotel en tres etapas -Tulum, Akumal y Kobá-, además de un campo de golf.

Inversión que anunció y celebró el Gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, durante la Feria Internacional de Turismo realizada en España en febrero pasado.

El desarrollo turístico, que en conjunto lleva el nombre de Naj'Kaax, fue autorizado por la delegación de Semarnat durante la gestión de Rafael Muñoz, el funcionario depuesto por el Presidente Felipe Calderón.

Sin embargo, había sido condicionado por el Instituto de Impacto y Riesgo Ambiental (Inira) de Quintana Roo y por la Dirección General de Política Ambiental, Integración Regional y Sectorial, según el oficio 04/SGA/468/06 de Semarnat.

"Aunque el proyecto es congruente con el turismo, en las zonas involucradas no se ajusta a la estrategia de ordenamiento ecológico planteada en base a la estructura ecológica de la zona", advirtió la dependencia.

Por su parte, el Inira determinó que el estudio de impacto ambiental en el cual se basó la autorización de la obra no cumplía con los requisitos propios de la zona.

"La manifestación de impacto ambiental no cumple con la modalidad regional, pues contempla obras y actividades que se pretenden realizar en una zona ecológica", señaló.

El desarrollo se ubica en la región de Akumal, en una zona de bosque tropical caducifolio con una superficie total de 591.7 hectáreas, de las cuales 34 son de manglar, 470 de bosque tropical, 60 de uso turístico y 10 para materiales y basurero.

Acusan irregularidades

...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR