Denuncian en Allende 'masacre ambiental'
| Autor | César Cepeda |
Desde hace un mes, nadie que viva en las comunidades Los Sabinos, El Venado, El Cerrito y Las Adjuntas sale a tomar el fresco por la tarde, una de las costumbres más arraigadas por estos lugares, ubicados en el municipio de Allende y que colindan con el Arroyo de Mireles.
Cuando corre el viento, las aguas del Arroyo de Mireles golpean en seco a los habitantes de esa zona. Desde hace unos 30 días la corriente de este cauce presenta signos de una fuerte contaminación que está provocando un impacto negativo en el ecosistema y que los habitantes del sector relacionan con sus crecientes problemas respiratorios.
"El pestazo de aguas negras es insoportable", dice Florentino Salazar Balderas, quien tiene su casa en Los Sabinos, a más de medio kilómetro de este arroyo.
Su hija Alina Salazar Cardoza lo define así: "Es como si uno viviera a un lado del drenaje", comenta.
La contaminación del Arroyo de Mireles -un dolor de cabeza y respiratorio para los vecinos desde hace años- ha llegado a niveles críticos.
Sus aguas apestan a caño y el impacto negativo en el ecosistema es considerable: las orillas de este arroyo se han convertido en un cementerio de cientos de peces.
"Los animales que beban del agua de aquí se envenenan. A mí se me han muerto ya varias reses", cuenta Leobardo López, quien se dedica a las labores del campo.
Los habitantes de las comunidades afectadas suponen diversas causas que están provocando los olores y vapores desagradables y la muerte de los peces.
"No sabemos qué es, pero es algo grande que están echando al río", advierte Manuel Silva, de la comunidad El Venado.
Unos alegan que es la planta de tratamiento de aguas residuales, manejada por Agua y Drenaje de Monterrey, que se ubica río arriba, la culpable de esta situación. Otros se refieren a las decenas de granjas avícolas y porcinas que hay alrededor del cauce.
Hace años la empresa Enzymóloga, que se dedica a la farmacéutica, instalada por la zona, era la principal sospechosa de la contaminación de las aguas de este caudal.
Ahora la empresa está cerrada y los olores y las descargas continúan.
"Lo que queremos es que alguien venga e investigue quién es el responsable de esto y que lo solucione ya", exige José Martínez Rodríguez, quien vive en El Cerrito, otra de las comunidades afectadas.
Los vecinos, aseguran, han acudido a la Subsecretaría de Ecología del Estado, sin conseguir ninguna respuesta. También con las autoridades de Allende, pero hasta el momento el problema de la...
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