Delicias del sur
| Autor | Carmen González |
A orillas del Río de la Plata y con sobrado encanto que se traduce en edificios históricos, cafés al aire libre y una gastronomía seductora, Montevideo sorprende al paso. En su Ciudad Vieja concentra razones para llenar tres horas de delicioso paseo.
De 9:00 a 9:30 horas Caminata a paso lento
Octubre, noviembre y diciembre son ideales para caminar Montevideo por el clima cálido de la primavera. El paseo comienza en la Plaza Independencia.
La plaza está rodeada por construcciones emblemáticas como el Palacio Salvo, construido en 1928 y que se distingue por su estilo art déco; y la Puerta de la Ciudadela, un portón de piedra, casi único vestigio colonial, que es la entrada a la Ciudad Vieja.
Es un deleite caminar por la plaza, a través de sus jardineras, bancas y altas palmeras, hasta llegar al centro donde se erige el monumento al General José Artigas, el Padre de la Patria. Debajo de la estatua se encuentra un mausoleo que guarda los restos del héroe.
Toma nota: La mejor vista de la Plaza Independencia y sus calles aledañas se obtiene desde la terraza del hotel Radisson. Aquí se acaba de inaugurar el primer 'bar de hielo' de Sudamérica.
De 9:30 a 10:30 horas Al encuentro con la historia
Al otro lado de la Puerta de la Ciudadela aguarda el rostro más tradicional de Montevideo, que se disfruta plenamente en la calle peatonal Sarandí. El ambiente bohemio se respira con las tiendas de antigüedades, las talabarterías y los puestos callejeros que ofrecen bombillas para el mate, infusión que los montevideanos toman a todas horas del días.
También hay artistas callejeros que venden rocas pintadas a mano o pergaminos con poemas de Benedetti.
En la esquina con la calle Bacacay conviene doblar al sur hasta llegar al número 1306 donde se ubica el Café Bacacay, un clásico de la capital.
Enfrente está el Teatro Solís, equivalente al Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, o al Teatro Colón de Buenos Aires. En esta zona proliferan también restaurantes de comida internacional y las tradicionales parrillas de carne asada.
Toma nota: Después de tomar café, actividad obligada durante el paseo, se puede regresar por la peatonal Sarandí hasta la calle Ituzaingo para conocer la Catedral Metropolitana y el Parque Zabala.
De 10:30 a 11:00 horas Con rumbo al mar
Los montevideanos llaman "mar" al Río de la Plata. El tono café de sus aguas no importa, igual parece un mar que los rodea y cobija. Desde Sarandí hay que dirigirse a las calles que se extienden...
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