Delicia a la medida

AutorAdrián García

La leche es un alimento muy versátil que puede ser utilizado en productos como queso, yogur, crema y nata. Su alto contenido de calcio, vitaminas y proteínas la vuelven un alimento muy atractivo para ser incluido en la dieta diaria de toda la familia, en especial en los niños, los lactantes y las mujeres embarazadas.

El calcio es una de las aportaciones más importantes de los lácteos, pues es indispensable en la formación de huesos y dientes.

Las proteínas contenidas en la leche y sus derivados contribuyen a la producción de nuevas células y a la formación y renovación de tejidos musculares.

"Aunque es un alimento muy completo, no se considera como indispensable en la dieta, ya que puede ser sustituido por otros alimentos como la soya.

"En el caso de los niños el consumo de leche entera es bastante recomendable. En el caso de la gente adulta, depende de las necesidades alimenticias de cada organismo el tipo de leche que se debe consumir", explica Georgina del Ángel , investigadora del Instituto de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

Las calorías aportan energía para la realización de las actividades diarias y las grasas que contienen también tienen un valor importante, pues contribuyen al adecuado metabolismo de los alimentos.

Por su aporte de grasas y colesterol, sin embargo, debe tenerse especial cuidado con el consumo de lácteos, pues el abuso puede ocasionar problemas graves de salud como la obesidad, aumenta el riesgo de problemas cardiacos y por supuesto, el elevado nivel de colesterol en sangre, que a su vez, es un factor de riesgo para otras enfermedades cardiovasculares.

Para todos los gustos

Ya sean vitaminadas, semidescremadas, deslactosadas o adicionadas con omega 3, las opciones están al alcance de cada consumidor en los supermercados. Sólo es cuestión de saber cuál de ellas es la más conveniente para su organismo.

Leche bronca: leche que sale directamente de la vaca, normalmente se debe hervir para eliminar las bacterias contenidas en ésta, de forma natural.

Pasteurizada: es aquella que pasa por un proceso de pasteurización, en el cual se somete a la leche a una temperatura de 63°C a 68°C durante 30 minutos y posteriormente bajarla a 4°C.

Ultrapasteurizada: es sometida a una pasteurización muy rápida, y a muy altas temperaturas. Normalmente la leche llega a los 138°C por un periodo de dos segundos y luego desciende hasta los 4°C. Gracias a la rapidez con la que se efectúa, la leche no pierde tantos nutrientes, ni...

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