Dejó un último disco sombrío

AutorLuis López

Cuando la firma de un artista como David Bowie es su habilidad para reinventarse constantemente, su público aprende a esperar lo inesperado, y con Blackstar, deja un regalo de despedida para sus millones de fans a nivel mundial.

Lanzado a la venta el viernes, dos días antes de su muerte, el álbum 25 de estudio del músico británico presenta una experimentación avant-garde con una sonoridad sombría que críticos y admiradores consideran profética de su partida.

Sin ser un álbum de jazz, Blackstar se sumerge en este género al incorporar melodías de alta velocidad y dinamismo del saxofonista Donny McCaslin en varias de las pistas del disco.

No es la primera vez que Bowie trabaja con jazzistas, pues previamente había colaborado con el grupo del guitarrista Pat Metheny en "This Is Not America".

Sin embargo, mientras esa canción privilegiaba el estilo de jazz fusión con electrónica, éste...

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