Deje que todo fluya

AutorGeorgina Montalvo

Hablar de los problemas estomacales es incómodo para muchos; sin embargo, no es necesario que grite a los cuatro vientos si le aquejan dolores, inflamación, estreñimiento, a veces diarrea o gases. Contárselo a su médico es más que suficiente para que él diagnostique, con ayuda de algunos estudios, si sus síntomas son generados por un mal manejo del estrés o si tienen que ver con alguna alteración orgánica del aparato digestivo.

Si se trata del primer escenario, para lograr controlar los malestares bastará diseñar otras formas de canalizar el estrés y al mismo tiempo mejorar sus hábitos alimenticios.

"Los seres humanos procesamos el estrés de diferentes maneras, y una de ellas es comiéndonos los problemas; en realidad el órgano de las emociones no es el corazón, como en algunas películas lo dicen, sino el colon", afirma Felipe Urbina de la Vega, cirujano gastroenterólogo, miembro de la Sociedad Mexicana de Gastroenterología.

Lo que dificulta atender oportunamente padecimientos como la colitis, también llamada síndrome del intestino irritable o colitis nerviosa, es que los pacientes nunca piensan que sus molestias tengan un origen emocional, señala el también miembro de la Sociedad Mexicana de Cirugía General.

"Es más fácil que digamos que tenemos colitis y tomar medicamentos, que resolver el resto de los problemas que nos generan estrés, como pagar las tarjetas de crédito, trabajar menos tiempo o llevarse mejor con la pareja y los hijos", considera Urbina de la Vega.

Y cuando las personas se habitúan a vivir con los malestares clásicos de esta enfermedad crónica, asistir al médico con regularidad se vuelve parte de la costumbre.

En orden

Quien se encuentra harto de pasar los días según el "contentillo" de su estómago, puede aplicar la siguiente estrategia para cambiar los papeles: que su aparato digestivo pase los días según usted amanezca. Lo primero es definir el origen de sus malestares.

El Centro de Información de Salud de la Clínica Cleveland, en Estados Unidos, define como problemas funcionales a "aquellos en los que el tracto gastrointestinal es de apariencia normal, pero no funciona adecuadamente; son los problemas más comunes que afectan el colon y el recto, e incluyen constipación y síndrome de colon irritable", según su página web.

Los problemas funcionales, explica el gastroenterólogo Urbina de la Vega, no se pueden demostrar tan fácilmente con un estudio, porque no se ven claramente las lesiones, como en el caso de cáncer o cuando hay divertículos en el intestino, pero los síntomas "hablan" de irritación del intestino, que se exacerba cuando a los malos hábitos alimenticios se suman estados emocionales específicos.

"Algunos pacientes estresados presentan dolor abdominal, se les inflama el estómago, pueden tener diarrea o estreñimiento, y a pesar de ir al baño, una sensación de...

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