Dejan vestigios sin proteger

AutorSergio R. Blanco

A diferencia de Teotihuacán, el Templo Mayor, Tlatelolco y Cuicuilco no cuentan con una declaratoria presidencial que designe oficialmente a cada sitio como "zona de monumentos arqueológicos", lo que limita jurídicamente la protección del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Mientras que ciudadanos e intelectuales rechazan la construcción de un centro comercial de la cadena Wal-Mart en el interior del perímetro C de Teotihuacán, zona que goza desde 1988 de una declaratoria presidencial para su protección, los tres asentamientos ubicados en el Distrito Federal han padecido la continua invasión de la mancha urbana.

En los tres casos, la inexistencia de la declaratoria ha permitido que se perpetren alteraciones constructivas, visuales e intervenciones en el subsuelo, ya sea en el interior de la poligonal -como sucede en Cuicuilco- o en sus zonas colindantes, como es el caso del Templo Mayor y de Tlatelolco.

Las áreas sólo están amparadas por el artículo 28 de la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, aprobada en 1972, que establece que todos los vestigios prehispánicos "son propiedad de la Nación, inalienables e imprescriptibles".

Una vez que se emitan los decretos presidenciales, cualquier obra permanente o provisional en las zonas arqueológicas y sus predios contiguos deberá contar por ley con una autorización del INAH, según disponen los artículos 42 y 43 de la citada ley, explica el arqueólogo Pedro Francisco Sánchez Nava, director del Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas.

El Templo Mayor fue declarado bien de dominio público de la Federación en 1982, y se encuentra dentro del perímetro del Centro Histórico que la UNESCO nombró Patrimonio de la Humanidad en 1987, lo que confiere al antiguo recinto ceremonial de Tenochtitlán una protección "extra".

De las tres, la única declaratoria que se encuentra actualmente en trámite es la del Templo Mayor. Su proceso de aprobación comenzó el pasado 19 de diciembre con el consentimiento previo -y obligatorio- del Gobierno del Distrito Federal y de la delegación Cuauhtémoc, y si sigue su curso normal, señala Sánchez Nava, estará aprobada a mediados de 2005.

Menos suerte han corrido hasta hoy las otras dos zonas arqueológicas: aunque ambas cuentan con el visto bueno del GDF para iniciar el trámite, en Tlatelolco falta la autorización de la delegación Cuauhtémoc, y en Cuicuilco -que se encuentra entre dos delegaciones-, la jefatura de...

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