Dejan su huella en la pantalla
| Autor | Tania Cacique |
Tener 200 animales bajo un mismo techo puede parecer una experiencia extrema, ¿te imaginas escuchar los ladridos, maullidos, ronroneos y demás soniditos extraños de perros, gatos, tucanes, pericos, ratas, coyotes, pájaros y otros simpáticos animales? Una hora en ese lugar podría volver loco a cualquiera, pero no a Larry Casanova, un experimentado entrenador de animales.
Un poco de Larry
· Su gusto y amor por los animales comenzaron desde que él era pequeño.
· Su trabajo como entrenador empezó entre 1969 y 1970, en la guerra de Vietnam. En ese tiempo, Larry era un sargento de Estados Unidos encargado de entrenar a los perros para detectar minas enterradas.
· En aquella época, su preferida era una perra llamada Pandora.
· El primer animal de Larry en aparecer en una telenovela fue el perro Rabito. Salió en Carrusel.
· El único animal al que le teme es a las serpientes.
· Los animales más peligrosos, según él, son los osos y los elefantes pues son enormes, fuertes y pesados.
· La escena que uno de los animales de Larry ha repetido más veces fue en la telenovela El abuelo y yo, donde participaba el perro Anselmo. Se hizo ¡30 veces! Pero en ninguna de ellas la culpa fue del perro.
· Los caballos y los perros son sus preferidos. Junto con su caballo Altareno, ganó varios premios de equitación.
· Su sueño alguna vez fue poner un zoológico y lo intentó hace unos años en Puerto Vallarta. Ahora, sólo quiere que el trabajo de los animales actores sea reconocido y que no se les considere utilería.
· Cuando alguno de sus animales se pone de malas y lo agrede, Larry tranquiliza al animal y se sienta junto a él para beber un par de cervezas y hacer las "paces".
· Para él, lo más difícil de trabajar con animales es cuidarlos como se merecen, pues hay que alimentarlos, bañarlos, llevarles al veterinario y quererlos.
El entrenamiento
Para Larry cada animal es diferente y con cada uno hay que crear una relación de respeto y cariño. Al entrenarlos, les dice palabras en inglés porque son muy cortas, ¡y los animales le entienden perfecto! Su frase preferida es: "good boy".
El premio de un buen aprendizaje es un poco de comida y el castigo son unos golpecitos en la nariz con un "palito mágico".
"Lo más importante es que no actúen con miedo, sino que lo disfruten. Todos mis animales llegan con sus escenas bien ensayadas y...
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