Deja Toledo su impronta

AutorFrancisco Morales V.

No hay día que pase en Oaxaca sin que, de una manera u otra, se recuerde con cariño y nostalgia a Francisco Toledo.

A un año del fallecimiento del artista plástico juchiteco, por las calles del Centro Histórico de la capital del Estado cotidianamente se extraña el clac-clac de sus huaraches sobre el empedrado, su figura enjuta debajo de la ropa de manta y su icónica melena larga.

Pero donde más se le echa en falta, sin embargo, es en los espacios culturales que fundó y que, en un conocido acto de generosidad y desprendimiento, donó a su tierra adoptiva en vida.

En el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB) y el Centro de Artes de San Agustín (CaSa), entre otros espacios, este primer año sin Toledo (1940-2019), que se recuerda mañana, ha sido uno de suspiros.

"Cuando andaba uno aquí en el Centro, a veces era muy común verlo caminando, ya sea en la calle muy temprano, o si pasaba uno por el IAGO, porque pasaba más tiempo en el IAGO, aunque luego también se daba sus...

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