Deja Papa a su Iglesia en calvario

AutorIrene Savio

CORRESPONSAL

EL VATICANO.- CUANDO BENEDICTO XVI apareció por primera vez en el balcón de la Basílica vaticana, en abril de 2005, sus primeras palabras fueron: "el Señor sabe trabajar y actuar incluso con instrumentos insuficientes".

Esa frase se convirtió en la expresión de un reto y el lema de un pontificado que, sin ser ajeno a las polémicas, estuvo marcado por la voluntad del Papa alemán de restablecer el orden dentro de un clero desordenado y manchado por la indisciplina, una tarea que ahora queda pendiente para su sucesor.

Al reconocer las insuficiencias de la Iglesia, Benedicto XVI preanunció la batalla que emprendería de a poco para devolverle credibilidad a una institución inmóvil, formada por pujantes movimientos religiosos que, en particular en los últimos años de enfermedad de su antecesor, Juan Pablo II, habían escapado al control papal.

Algo que, en su forma más extrema, había terminado por alimentar una de las mayores plagas de la Iglesia contemporánea: los escándalos sexuales.

"Ha sido un Papa limpiador o al menos lo ha intentado. Fue el hombre que metió todos los casos de pederastia en una bolsa de basura, la ató y la sacó afuera del Vaticano ante la opinión pública mundial", dijo el analista Eric Frattini.

La decisión del Papa de poner fin a esta situación tuvo entre sus primeros actos la condena del sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y culpable de haber llevado una vida impropia, con hijos esparcidos por el mundo y acusaciones de abusos sexuales.

Benedicto XVI lo castigó en mayo de 2006, ordenándole retirarse a la vida privada, a lo que le siguió un proceso de reestructuración de ese grupo que aún no ha culminado.

Sin embargo, la caja de Pandora abierta tras el caso Maciel resultaría difícil de cerrar.

La situación de los extendidos abusos sexuales a manos de sacerdotes lo llevó paulatinamente a pedir la renuncia de decenas de Obispos acusados de encubrimiento y a revisar la ley vaticana al respecto.

Con una nueva legislación, ratificada en 2010, el Pontífice endureció los castigos para los culpables y ordenó a las diócesis colaborar con las autoridades civiles, algo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR