Deja esperando Fidel a cubanos

LA HABANA.- "Ya va a venir. Ya va a venir", alentaba Francisco González al puñado de vecinos que invitó a su casa a ver a Fidel Castro en el desfile militar. Pero su comandante no acudió a la cita.

"¡Ah, no, no!. Malo, malo, si él estuviera bien, estaría allí en primera fila", expresa Angelina, la mujer de Francisco.

"Puede aparecer todavía", dice Francisco señalando la llegada de unos vehículos Mercedes Benz negros de protocolo.

"No. Él es puntual en todo, lo mismo en un ciclón que en una fiesta", contradice su vecino Jorge, un contador de 67 años.

Y la incógnita se despejó: Fidel no apareció como muchos cubanos esperaban en el desfile militar que conmemora el 50 aniversario del de-sembarco del yate Granma y el inicio de la lucha en Sierra Maestra.

Desde 1986 no se realizaba en la Isla un desfile militar de la magnitud que tuvo el de ayer, y por primera vez en casi medio siglo de historia de la Revolución cubana, la ceremonia castrense no fue presidida por Fidel Castro.

El acto inició a las 8:00 horas con el toque de silencio de una corneta solitaria y 21 disparos de salva, en honor a los caídos por la patria, declaró Raúl Castro.

Raúl, quien pasó revista a las tropas formadas en la Plaza de la Revolución, no comunicó mensaje alguno de Fidel, ni aludió a las razones de la ausencia de su hermano, que convalece de una cirugía intestinal a la que fue sometido el 27 de julio.

A la familia González, les sorprendió. Aunque no del todo.

"Él está enfermo, se tiene que recuperar. Siempre ha cumplido, si no vino es porque los médicos no lo dejan", manifiesta Angelina.

El desfile continuó, pero ya sin misterio. Afuera en las calles de La Habana Vieja todos volvían a la normalidad de sus tareas.

La marcha inició con el paso de la Caballería mambisa, en representación de lo que fue el Ejército de Independencia en el siglo 19.

Después apareció una réplica del Granma construida para este día; detrás desfiló una representación de tropas del Ejército Rebelde seguidas por los cuerpos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Ministerio del Interior y Milicias de Tropas Territoriales que portaban sus armas: AKM desplegables, dotados de silenciador y visor, fusiles AK-47, SKS con dagas, de francotirador SPD, entre otras.

Después, y por primera vez en 20 años, pasaron las fuerzas motorizadas, tanques, artillería transportada, vehículos soviéticos acorazados, lanzamisiles y baterías antiaéreas, todos modernizados y producidos por la industria local.

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