Deja construcción ecosistema frágil

AutorJulio Cárdenas

El factor de fragilidad ambiental no fue impedimento para la construcción de una residencia en una zona declarada como área natural protegida, dentro del Municipio de Tlajomulco.

Según imágenes satelitales, 889.5 metros cuadrados del área de urbanización corresponden a la vivienda, que tiene dos edificios de al menos dos pisos conectados por un puente.

El resto de los 319.6 metros cuadrados se distribuyen en una caseta de ingreso y una alberca con terraza y vista hacia Bosques de Santa Anita.

Sólo se puede llegar por dos vías, desde el fraccionamiento con acceso restringido El Cielo Country Club: un camino de 3.7 kilómetros y otro de 1.5 que se conectan donde inicia y finaliza Paseo de la Frescura.

El Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) de Tlajomulco vigente desde el año 2010, establece que la zona donde se edificó la residencia está identificada con la clave TLJ03-01 y es una de las 17 unidades ambientales que están catalogadas con una política de aprovechamiento y restauración.

"El aprovechamiento no debe implicar cambios drásticos de uso del suelo que comprometan los recursos sea por agotamiento o deterioro", precisa el documento.

"Restauración: política dirigida a revertir los problemas ambientales o su mitigación, a través de las actividades tendientes a la recuperación y restablecimiento de las condiciones que propician la evolución y continuidad de los procesos naturales".

Según la ficha de indicadores de esa unidad ambiental, la zona de 576.6 hectáreas se caracteriza por una alta vulnerabilidad y fragilidad de terreno...

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