Las defensas de Zaldívar

Fecha de publicación17 Abril 2024
Alberto Aguirre

Por Alberto Aguirre

“¡Córtale mi chavo!”, ordena Mario Delgado. En una pantalla de 50 pulgadas corre la parte dos del tercer video elaborado por los publicistas de Morena para documentar el daño infligido por los expresidentes a la economía nacional. “Ya ven… no todo es como en Palacio Nacional”, se sincera.

No es la mañanera, sino la más reciente conferencia de prensa ofrecida por el también coordinador de la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum. Y se transmite en vivo por redes sociales, por lo que Delgado Carrillo frecuentemente usa el monitor para mostrar memes, cuando responde las preguntas de los reporteros.

La narrativa, incluso para los temas ásperos. Para referirse a presuntas negligencias en la declaración patrimonial de la candidata opositora, el líder partidista alude a “los expedientes de la señora X” y respalda la moción del exdiputado Víctor Hugo Romo, para denunciar a la exjefa delegacional en Miguel Hidalgo en la Secretaría de la Función Pública. “La gelatina ya se le hizo agua”, remata el presidente morenista, “no vamos a dejar pasar ninguna de las mentiras de la derecha y sus aliados”.

Los reflectores, empero, recayeron sobre el exministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, señalado en la víspera como presunto orquestador de una red dedicada al tráfico de influencias, según consta en el auto de admisión de la denuncia anónima que originó la investigación ordenada por la presidenta de la SCJN, Norma Piña.

¿Su revire? El anuncio de que promoverá juicio político contra la titular del Poder Judicial Federal, por presuntamente “realizar actos que redundan en un ataque a las instituciones democráticas”, confabulada con Xóchitl Gálvez. Y también presentará denuncias ante la Fiscalía General de la República, la Fepade, el INE y el Inai, por una docena de supuestas faltas administrativas y conductas irregulares, susceptibles de sanción.

Zaldívar se asume sujeto de una “cacería de brujas” y blanco de la animadversión de la ministra presidenta, por lo que —justificó— recurría a la legítima defensa, ante el uso faccioso del poder.

Y cuenta con el respaldo absoluto de la cúpula morenista. “Es la Corte de campaña”, sintetiza Mario Delgado. “Se está echando a perder. Ya huele a tepache”, definió fiel a una retórica cínica e irónica que desmerece su investidura y solo abona a la polarización.

Nota aclaratoria

Con relación al texto firmado por Alberto Aguirre, este 16 de abril, en El Economista, titulado: ¿Votos inútiles...

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