'Por el dedo de Dios se escribió...'
| Autor | Sergio León Caraveo |
Algunos irreverentes dicen que es sólo un pedazo de tela, sí, quizá, un pedazo de tela, pero no como ellos la conciben, es la forma que adopta la esencia misma del mexicano para proyectar y manifestar su identidad nacional, inspiradora de poetas, músicos, deportistas y héroes de la historia.
La bandera nacional, cuyo día se conmemora hoy, debe sus orígenes a épocas muy remotas como en la que Huitzilopochtli, dios de los aztecas, le pidió a su pueblo hace cientos de años que buscara lejos de Aztlán su tierra, otro sitio donde hallarían un símbolo inequívoco del lugar donde deberían fundar una ciudad desde donde señorearían otros pueblos: un águila sobre un nopal desgarrando a una serpiente.
Este símbolo conlleva otros que manifiestan realidad y mito. La piedra de donde surge el nopal, es el corazón de Copil, sobrino y enemigo de Huitzilopochtli, decapitado por éste por traidor, dando por ende el significado de que Tenochtitlán fue fundada sobre el corazón sacrificado de los enemigos del pueblo mexica, representando así también el poder de éstos sobre aquéllos.
Las tunas rojas, o quahunochtli tlazoti, según señala el Códice Florentino, representan los corazones de los cautivos sacrificados en honor al Sol, a su vez manifestado en la figura del águila.
En otras palabras podemos decir que el nopal es una especie de ramillete de corazones que se ofrece en sacrificio al Dios Sol mientras éste domina a sus enemigos representados por la serpiente.
El símbolo del águila sobre el nopal devorando a una serpiente fue usado en múltiples ocasiones por los mexicas cuando sus ejércitos dominaban a otros pueblos legitimando así sus triunfos y su dominio sobre los nuevos territorios conquistados.
Fue así como este símbolo empezó a ganar muchas batallas y a ser reconocido por propios y extraños como el símbolo del dominio mexica, un pueblo conquistador.
El Códice Ramírez señala que por este símbolo "ha de ser engrandecido y ensalzado el nombre de la nación mexicana".
Los triunfos y la gloria de un pueblo que ha luchado contra todo tipo de enemigos, internos y externos, armados con cañones o con corrupción o traición, están representados en nuestra bandera por sugerencia hecha en 1823 por el diputado José Joaquín de Herrera, con el encino y el laurel mismos que indican también nuestra vida republicana y que se encuentran unidos por un listón tricolor en el centro del escudo nacional.
Fue Don Agustín de Iturbide quien decidió plasmar con tres colores en un...
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