De decreto, para inscribir con letras de oro en el muro de honor del Palacio Legislativo de San Lázaro los nombres de Mariano Otero y Manuel Crescencio García Rejón., de 9 de Mayo de 2017

De decreto, para inscribir con letras de oro en el muro de honor del Palacio Legislativo de San Lázaro los nombres de Mariano Otero y Manuel Crescencio García Rejón, suscrita por los diputados César Camacho, Rafael Yerena Zambrano y Pablo Gamboa Miner, del Grupo Parlamentario del PRI, y recibida en la sesión de la Comisión Permanente del martes 9 de mayo de 2017

César Camacho, Rafael Yerena Zambrano y Pablo Gamboa Miner, integrantes del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional de la honorable Cámara de Diputados, LXIII Legislatura, en ejercicio de la facultad que confieren los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y 6o., fracción I, numeral 1, del Reglamento de la Cámara de Diputados, someten a consideración de esta soberanía iniciativa con proyecto de decreto por el que se inscriben con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro los nombres de Mariano Otero y Manuel Crescencio García Rejón, conforme a la siguiente Exposición de Motivos

Este año hemos tenido el honor de conmemorar el centenario de la promulgación de la Constitución Política, la cual ha sido el instrumento por antonomasia del pacto social cristalizado por las fuerzas revolucionarias, que reivindicaron los derechos de las clases más desprotegidas, poniendo a nuestro país a la vanguardia en la protección de los derechos sociales.

De esta manera, la Cámara de Diputados debe seguir honrando la memoria de los próceres que tuvieron la convicción firme de proseguir la lucha por los ideales de la justicia social en todas las trincheras. Dos dignos ejemplos de estos próceres fueron los insignes jurisconsultos Manuel Crescencio García Rejón y Mariano Otero Mestas, yucateco y jalisciense respectivamente, quienes no solo se limitaron a aportar con sus estudios e ideas las innovaciones al mundo jurídico, sino que además realizaron sendas obras en favor de la justicia, la democracia y el federalismo desde la trinchera parlamentaria y política.

Ambos personajes fueron destacados tribunos las veces que formaron parte de los Congresos Constituyentes, como lo fue Manuel Crescencio García Rejón en el Constituyente de 1824 y Mariano Otero en los Constituyentes de 1842 y 1847. En estas asambleas mostraron su vocación política en su participación parlamentaria, revelando genialidades intelectuales, muy adelantadas para su tiempo.

Si bien desde la primera ley de amparo de 1861 ha existido el debate sobre quién es el padre del juicio de amparo en torno a estos eruditos jurisconsultos, hasta ahora la conclusión que impera en la comunidad jurídica mexicana es que ambos contribuyeron con sus ideas a dejar los cimientos de la figura del juicio de amparo vigente, hoy uno de los mayores orgullos de México en la aportación al derecho.

Sobre esta disputa de la autoría del juicio de amparo apunta el jurista Ignacio Burgoa lo siguiente: “el fenómeno creativo no se resuelve en un simple hecho, sino que se traduce en una serie de actos concatenados entre sí producidos por una especie de sinergia eidética, o sea, un proceso de elaboración que comienza con la mera concepción de la institución de que se trate hasta su implantación definitiva y perfeccionada...no puede afirmarse que, atendiendo al concepto lógico y al fenómeno real que implica el proceso de creación, Rejón haya sido su precursor u Otero su creador. Tanto el yucateco como el jalisciense contribuyeron a crear nuestra institución...en consecuencia, nuestro juicio de amparo, perfeccionado ya en la Constitución federal de 1857, adquirió vida jurídica positiva a través de la integración, sucesiva de sus elementos peculiares en la obra conjunta de Rejón y de Otero; al primero incumbe el galardón de haberlo concebido e implantado con sus notas esenciales, como institución local, correspondiendo al segundo el honor de haberlo convertido en federal”. 1

Asimismo, estos dos mexicanos vivieron etapas del México convulso de la primera mitad del siglo XIX, en donde por un lado García Rejón, luchó codo a codo con Valentín Gómez Farías por el restablecimiento del sistema federalista a finales de la década de los treintas de dicho siglo y por otra parte Otero vivió la Guerra con Estados Unidos de América y fue un acérrimo opositor a la cesión del territorio mexicano producto del conflicto bélico con el país vecino. Sin embargo, ambos coincidieron en exaltar la unidad del país como la condición sine qua non para restablecer la paz y buscar el progreso de la nación y al mismo tiempo una sociedad mexicana más justa.

Entre sus obras más emblemáticas destacan sin duda el...

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